Capitulo 1: Paradero Desconocido

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Gritos... Eso fue lo que escuché antes de que todo estuviera oscuro... Yo, creo que me llamo Chet. Pero... Que es lo que hago aquí?

—... ierta... des... ta...

Las voces siguen ahí pero yo no veo a nadie, que es lo que pasa? Estoy... Inconciente?

—DESPIERTA MALDICIÓN!!

—AHH!!! — de un grito este se levantó para luego ver a su alrededor mientras respiraba agitado.

Esto es... Un lago, pero... Que hago aquí?

—Estás bien? — Chet giró hacía la persona que le hablaba, de repente se topó con un perro de apariencia... Especial. Llevaba gafas, usaba frenos y se notaba que no estaba en buena forma, el claro cliché de un nerd.

—Yo... Creo que lo estoy, gracias por preguntar — Chet intentó ponerse de pie, pero apenas hizo el esfuerzo, se desplomó de nuevo en el suelo.

—E-e-estás seguro de que estás bien? P-pareces herido... Aunque esas personas no te dañaron— decía el joven perro mientras miraba disimuladamente hacia otro lado.

—Esas... Personas? Yo estuve involucrado en una pelea?— Chet claramente no entendía, hasta que se percató de que... No recordaba nada, esto hizo que se pusiera un tanto nervioso.

—En serio te encuentras bien? Parece que estás muy desorientado— el chico intentó acercarse lentamente a Chet para ayudarlo, pero cuando este tocó su hombro, su mano sintió como si estuviese tocando una sartén en llamas. Rápidamente el chico se apartó, no pudo evitar sentir miedo ante eso.

—E-estás bien?! Demonios...— Chet con algo de esfuerzo logro ponerse de rodillas para luego acercarse lentamente a su contrario. —No quise lastimarte, ok? ... Cuál es... Cuál es tu nombre?—

—........ Robb... Mí nombre es Robb, R-O-B-B— Robb claramente estaba avergonzado, tanto que no pudo mirar a Chet a los ojos.

—Lindo nombre Robb, yo soy Chet, eres un perro, verdad?— preguntaba para luego ver a Robb asentir.

—Es un gusto, Chet. Sabes... No es normal ver a un erizo por aquí— decía Robb mientras se rascaba la sien.

—... Erizo? Yo? Soy... En serio?— Chet estaba desconcertado, su memoria estaba tan perdida que ni siquiera recordaba que era un erizo.

—Espera... Tu, nunca supiste que eras un erizo? Pues... Mira— Robb sacaba un pequeño espejo de su riñonera para luego mostrarle a Chet su propio reflejo.

Pelaje como el oro, ojos celestes como un cielo despejado, una melena naturalmente larga. Esto soy yo...?

—Oye... Se está haciendo tarde y me tengo que ir, así que nos veremos luego, si? — decía Robb mientras guardaba el espejo y se marchaba lentamente mirando a Chet, este aún seguía impresionado por verse a si mismo.

—Yo... Soy... E-espera!!!— sin pensarlo, este detuvo a Robb con sus palabras, este simplemente dió media vuelta para ver al erizo.—Yo... No tengo a dónde ir... Podría quedarme en tu casa?—

—Q-QUE?!!!— Robb estaba claramente sorprendido, pero aún así no lo rechazo inmediatamente, después de todo sabía que el erizo había perdido su memoria—Yo... Podría preguntarle a mí padre, p-pero no prometo nada!! ... Sígueme.—

—G-gracias!!— Chet se puso al lado de Robb y empezó a caminar junto a él. No pudo evitar mirar alrededor suyo, el cielo era increíble, las calles de ese pueblo estaban bien cuidadas, pero...

...Cómo es que perdí la memoria...?

No puedo dejar de pensarlo, me es casi imposible, digo casi ya que mí atención se fue hacia otro lado. El día... No es tan tarde como dijo Robb, el sol está en su punto más alto, quizás... Se le hace tarde para ir a algún lugar?

The Crimson Hearted Hedgehog Donde viven las historias. Descúbrelo ahora