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capítulo 111-120

Para ser honesto, Jiang Xiao no ha estado tan relajado durante mucho tiempo.

No es un día o dos que la empresa esté ocupada. No ha descansado mucho en los últimos dos años. Todavía tiene que tomar las clases que debe tomar. Pensándolo bien, no tiene mucho tiempo personal.

Xia Wanwan también ha ganado mucho dinero. En los últimos años, los precios de la vivienda han aumentado rápidamente. También quiere mudarse a una casa más grande lo antes posible para vivir en un lugar más cómodo. Después de todo, como madre, ella siempre ha querido darle a Jiang Xiao una vida mejor con su propia habilidad.

Después del año nuevo, fue a elegir. Lo hizo todo. Jiang Xiao estaba demasiado ocupado para mirarlo debido a la inversión en Zhongsen, así que miró el plano de planta en su teléfono móvil. Xia Wanwan no se molestó en pregúntale, así que ella lo usó.Después de unos días, ella estaba casi instalada.

Cuando Jiang Xiao dijo esto, no pudo evitar suspirar.

Él y Fu Ruoyan casi habían terminado de comer, por lo que hablaron en el sofá, algo o no, sobre las cosas triviales del trabajo y la vida.

Al principio, Fu Ruoyan habló primero, comenzando por el pastel de frutas que aprendió, pero después de escucharlo, Jiang Xiao comenzó a balbucear.

"Es demasiado trivial, ¿no?", Dijo Jiang Xiao, sintiéndose un poco avergonzado, "No he tenido nada interesante recientemente, eso es todo".

"No, me parece bastante bien", dijo Fu Ruoyan, estirando la mano y alisándose el cabello nuevamente.

También le gusta escuchar a Jiang Xiao hablar sobre estas cosas triviales. Cambió de casa, y cuando se enfrentó a Lin Taosheng, en realidad estaba muy nervioso, sus palmas volvían a sudar, lo que le sucedió a la compañía recientemente.

Dijo esto muy vívidamente.

Los dos se acurrucaron en el sofá, y Fu Ruoyan le encontró una pequeña manta para cubrirlo, a Jiang Xiao le gustaba acurrucarse en una esquina del sofá.

"Por cierto", Fu Ruoyan pareció recordar algo, "Te mostraré algo".

Tiró de Jiang Xiao y subió las escaleras.

La casa de Fu Ruoyan estaba en el último piso, y había un pequeño ático sobre las escaleras. Jiang Xiao subió con él tomados de la mano. Había dos sillas reclinables en el ático.

"Fue por eso que gasté mucho dinero para alquilar esta casa", dijo Fu Ruoyan, "Siéntate".

Las dos sillas reclinables eran muy cómodas para acostarse. Jiang Xiao se cubrió con una pequeña manta y observó a Fu Ruoyan presionar el control remoto y abrir la claraboya de arriba.

El tragaluz no es pequeño, el vidrio es transparente y puedes ver el cielo cuando miras hacia arriba.

"Es solo que no he visto ninguna estrella en Lishi en los últimos años", dijo Fu Ruoyan. "Antes de conocerte, me gustaba sentarme aquí un rato por la noche, muy tranquilo".

Hoy es un día soleado, si miras de cerca, todavía puedes ver algunas estrellas.

Jiang Xiao no había mirado al cielo en mucho tiempo. Recordó que él y Lin Heyuan habían mirado al cielo juntos. En las grandes ramas de la casa vieja, había algunas antes. Mirar hacia el cielo haría la gente se siente en paz.

"Solía ​​tener una claraboya como esta en mi casa", murmuró Jiang Xiao para sí mismo, "Me gusta quedarme allí cuando llueve".

Sobre todo lluvias torrenciales.

Era una sensación muy extraña, la claraboya era muy grande, el vidrio era transparente y la lluvia caía sobre él, parecía estar cerca, pero ni una sola gota cayó sobre él.