Aioros: El nombre que Saga no podía sacarse de la cabeza.
Aunque ¿cómo hacerlo?
¿Cómo quitarte de la mente a quien llega de la nada con la intención de reemplazarte?
¿Cómo olvidar a quien tanto odias?
Pero, ¿Saga en verdad lo odia? ¿O hay algo más q...
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Me tienes y te vas, me haces esperar No entregas nada a cambio Me ruegas y mis pies, descalzos otra vez Se quedan por tu encanto
Al que madruga Dios le ayuda, pero no hay nadie que pueda ayudar a la pobre Saga.
¿Tan grave es su problema?
¡El problema es que ni ella sabe cuál es el problema!
Creo que no se está entendiendo...
Bueno empecemos así: Saga siempre ha sido la mejor de toda su clase, inteligente, astuta, hábil, sociable, agradable y poseedora de otras virtudes, pero ¡oh! alguien tenía que llegar a arrebatarle el puesto...
Este joven tiene las mismas (y posiblemente más) virtudes que Saga y justo ella fue la encargada de presentarle a los demás y ayudarlo en todo lo que necesite.
- Aioros Markou, un gusto.
- Saga Samaras, el gusto es mío.
Al inicio todo parecía normal, ambos se llevaban bien y él se esmeraba en mostrarse amable con ella, dar la mejor impresión posible, pero vaya que de poco serviría.
Saga era un caso especial y Aioros no tardaría en notarlo.
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Camino, me llevas, me elevas sin parar Yo corro y tropiezo con mi ingenuidad Despierto perdida, enredada en tu forma de involucrarme ¡Ay, cómo odio amarte!
Volviendo a lo nuestro...
Nuestra bipolar favorita continúa teniendo conflictos internos: Odia a Aioros por "llegar solamente a arrebatarle su lugar", pero al mismo tiempo lo ama porque a pesar de ello es ¿amable? ¿caballeroso? ¿noble? ¿atento? ¿solidario? algo así...
No sabe si es un demonio disfrazado de ángel o un ángel disfrazado de demonio.
No sabe si ama odiarlo o si odia amarlo.
Sólo sabe que no sabe nada y necesita pensar para saber (valga la redundancia).
¡Pero tiene que llegar a interrumpir sus pensamientos!
Aunque debería darle igual si de todas formas pensaba en él ¿no?
Sin embargo seguía siendo su culpa, sus cabellos castaños que al finalizar las clases siempre terminaban todos despeinados eran una tentación para Saga, deseaba poder acariciarlo, sólo peinarlo como manda el reglamento de la escuela.
