𝗡𝗘𝗪 𝗥𝗨𝗟𝗘𝗦

OO.

Sigo empujando hacia delante, pero él sigue tirándome hacia atrás.

Dua Lipa - New Rules.

El partido había terminado con la ya esperada victoria de los Lobos, equipo de la prestigiosa universidad de Busan.

Como siempre el triunfo fue debido al ultimo gol anotado por la estrella del equipo, Lee Heeseung.

Codiciado por muchas personas por su gran físico y esa personalidad fuerte a macho alfa, el pelinegro era devorado por las miradas de las chicas en las gradas.

Los jugadores festejaban a su capitán con palabras de admiración, mientras el azabache se perdía en la única mirada que le atraía de entre toda la multitud.

Ahí de pie y con una sonrisa ladina, se encontraba la persona que lo volvía loco, su cabello castaño cayendo sigilosamente sobre su frente, dándole una apariencia inocente ante los ojos de las demás personas, pero no para él. Porque él sabía la gran cosita pervertida que podía llegar a ser el castaño.

Él conocía perfectamente cada rincón del cuerpo y personalidad de su novio, Shim Jake.

Sin llamar la atención de sus compañeros de equipo, que tomaban sus cosas para dirigirse a la fiesta de victoria que se llevaría a cabo, se dirigió a los vestidores con la excusa de querer darse un baño antes de irse.

Entró a éstos seguido de cerca por un chico castaño, quien había escapado fácilmente de las miradas curiosas sin ser descubierto.

Porque a nadie le interesaba lo que podría hacer el rarito de Shim Jake.

Cuando ambos estuvieron dentro y la puerta fue sellada con seguro, la verdadera victoria fue dada al pelinegro.

Sin esperar más, ambas bocas se unieron en un beso ardiente y necesitado, queriendo fundirse entre si. Las manos del pelinegro se deshicieron de la ropa que cubría la parte inferior del cuerpo contrario y el propio en un segundo, caminando hacia atrás hasta toparse con la banca larga y roja, que estaba en medio de los vestidores, y sentándose en ella colocando al castaño en su regazo.

Gimieron en sincronía cuando el azabache se introdujo en el interior del menor sin tener que esperar, pues sólo tuvo que retirar el butt plug de su chico para poder disfrutar de su cuerpo.

Jake montó a Heeseung como le gustaba hacerlo, empezando lento, terminando brusco y demandante.

Terminaron sudados y agitados por la forma que tenían para celebrar una victoria del azabache, ambos disfrutando una ronda más bajo el agua de la regadera.

Limpiando el lugar y arreglándose un poco, salieron rumbo a la fiesta.

Pero algo salió mal esta vez.

— Hay que entrar juntos.

— Sabes que no podemos hacerlo.

— ¿Por qué no? Somos novios, ¿qué tiene de malo?

— No, Jake.

— ¡Estoy harto!

— No empieces, por favor.

— No, estoy cansado de esconderme. Yo no merezco seguir viendo como todos quieren joder contigo. ¡Soy tu maldito novio, Heeseung!

— Van a escucharte Jake, cállate.

— Y si me escuchan, ¿Qué? Es la verdad, ¿Te sigue dando miedo que se enteren que eres gay?

— Ya basta, Jake, hemos hablado de eso. No puedo dejar que se enteren.

— Pues yo ya no puedo seguir con esto. Quiero poder tomar tu mano frente todos y besarte cuando se me dé la gana. No quiero verte a escondidas y fingir que no me duele verte coquetear con la chicas para mostrar tu heterosexualidad. ¡Ya me cansé!

— ¿Qué estas tratando de decir?

— Esto se acabó Lee Heeseung.