IN ANOTHER LIFE [ Jacaerys X Aegon II ]

Prólogo

¡Hola! La verdad estaba sufriendo porque es el primer. Domingo sin HOTD y sonó cierta canción de Katy Perry que me hizo pensar en esto.

¡Espero sea de su agrado!

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Jace abrió los ojos sintiendo el peso de la somnolencia pegarle con fuerza ¿Qué día era? No estaba seguro, solo sabía que algo estaba fuera de su lugar y que era su deber descubrir que era.

Con lentitud se incorporó, tomándose un minuto para sentarse al borde del sofá donde alcanzó a caer el día anterior y dejar que la modorra desapareciera. Su hogar era quizás lo único que le importaba lo suficiente como para decidir levantarse y dirigirse a su trabajo... Era mesero en un lugar de mala muerte dónde al menos podía ganar lo suficiente para darle una buena vida a su hermano.

Con flojera se llevó la mano al rostro y se sobó los pómulos, definitivamente esa rutina iba a matarlo si no es que ya lo estaba haciendo... Jace no poseía la vitalidad de un chico de su edad y menos luego de ser el sostén de su familia luego de la partida de su madre gracias a ese accidente hacia un par de años atrás. El recuerdo le exprimió el corazón un poco, estaba acostumbrado a las heridas de su alma por lo que ese sentimiento de añoranza era normal de cierta forma.

—Bueno, es tiempo de regresar a la realidad.

Se incorporó haciendo a un lado su propia depresión, caminando por el pasillo hasta el segundo piso. La casa que su madre les había dejado, constaba de dos plantas: la cocina y comedor juntos, unidos a la sala y la escalera por un largo pasillo con ventanales que daban al patio trasero... Arriba habían cuatro habitaciones y un baño. Abajo también había uno, pero llevaba descompuesto un par de meses porque Jace no había tenido el dinero suficiente para poder arreglarlo... Las deudas se agolpaban una a una en el buzón de la entrada y él apenas tenía el efectivo suficiente para mantener a flote los estudios de su hermano menor.

Mientras él pudiera tener un futuro, no le importaba romperse el lomo gran parte de la semana. La casa era silenciosa, el sol apenas se colaba por las rendijas de las ventanas haciendo que tuviera que tocar la pared para no caerse... Carajo, el mareo por la falta de sueño no se hizo esperar, tomándose un minuto para orientarse.

—Vamos Jace, esto será temporal.

Durante las noches atendía un bar a 20 minutos de distancia, y durante el día ayudaba a una de las amigas de su madre a cocinar pasteles en su negocio, aprovechando que podía modificar un poco sus horarios para recoger a su hermano de la escuela.

Luke a veces lo acompañaba pero generalmente lo obligaba a volver a casa y que hiciera sus deberes porque al igual que su madre, Jace le decía que su único deber era estudiar. Ya podría trabajar cuando cumpliera la mayoría de edad... Le enorgullecia tanto que su hermano fuera el primero en la clase que casi podía imaginarse a su madre sonriendo allí donde estuviera.

Estaba divagando, debía darse prisa o se les haría tarde.

Con lentitud continúo su camino hasta la puerta de caoba que permanecía cerrada, tocando con lentitud antes oír un quejido que le anunciaba era momento de abrirla. Las mañanas y Luke no sé mezclaban incluso siendo esa su rutina desde que era un crío.

Jace corrió las cortinas dejando que la luz bañara el rostro de su hermano antes de que decidiera cubrirlo con la almohada.

—Arriba, voy a preparar el desayuno, no tardes.

Y antes de que esté pudiera lanzarle algo, salió corriendo revitalizado escaleras abajo de nuevo. Había comprado víveres el día anterior, pero ese dia queria hacer algo sencillo, tomó el sartén de las repisas de encima y lo dejó a fuego lento mientras le daba vueltas a un sueño que no dejaba de acosarlo cada noche... En él se veía montando una enorme bestia mitológica hacía algún lado, se sentía tan real que casi podía sentir como la piel del animal se movía bajo sus palmas o sentir las ráfagas de viento golpeandole el rostro haciendole sentir libre.