Mi cuerpo exhausto se inclino sobre el tronco de un gran árbol y me deslice hasta sentarme en el suelo. Tome varias bocanadas de aire tratando de regular mi respiración y hacer que mi corazón latiera a su ritmo normal. Mire la luna llena hermosa y brillante que dominaba aquel cielo oscuro, sabía que solo faltaban un par de horas para que llegara la media noche.
Tenía que salir de aquí, este bosque no era muy seguro pronto las brujas podrían llamar con sus encantos a sus víctimas y hacer con ellos lo que quisieran. Palpe mis bolsillos en busca de alguna bolsa con sal para ahuyentarlas pero para mí desgracia ya no quedaba nada, y todo debido al ataque de hace unos momentos.
Debí haber escuchado a mis padres sobre no entrar a este bosque prohibido. Pero al salir con mis amigos nos dejamos llevar en qué solo eran cuentos para niños y que no pasaría nada.
Gran error.
ahora ellos están muertos y yo soy el único que ha tratado de salir de este maldito bosque, solo que al ser de noche mis ojos difícilmente se adaptan a la oscuridad que hay aquí y es posible que haya estado dando vueltas sin sentido porque he terminado en el mismo lugar una, y otra, y otra vez. ¿Cómo lo se? Pues he dejado marcas en el árbol con la ayuda de una piedra afilada
Empecé a correr nuevamente al oír el grito escalofriante de un búho que se posaba en la rama del árbol. pueda que sea una bruja transformada en ese animal y este llamando a sus compañeras aviándoles que me ha encontrado.Eche rápidas miradas hacia atrás por si me seguían, allí con en sus escobas volaban por el aire esquivando las ramas de los árboles y soltando sus risas escalofríantes. apreté mis dientes al ver que las hojas secas de los arboles regadas en el suelo, crujían. El lugar estaba en mi contra con el ruido que hacía y por esto me era imposible esconderme. el olor de la naturaleza me tranquilizaba pero en este momento solo quería salir de aquí.
Corrí más rápido al notar a lo lejos una luz, pensé que finalmente encontré la salida de ese bosque prohibido y creí haber llegado a la ciudad pero grande fue mi sorpresa que al acercarme llegue a encontrarme con un sabbat.
Frente en seco al ver que el lugar era un templo en ruinas oculto tal vez en lo profundo del bosque. Las paredes eran de un color pálido cubierto de musgos e insectos y la mayoría desmoronadas, no había techo así que claramente la luz de la luna entraba brillante. Parecía que aún no notaron mi presencia así que cuidadosamente pegue mi espalda en un tronco.
Mire de reojo a todas esas mujeres de distintas edades. Habían desde bebés hasta ancianas paseándose de un lado a otro como si nada y hasta algunas se convertían en animales, cómo sapos búhos, o cuervos.
No sé cuánto tiempo paso hasta que escuche el sonido de un instrumento, esto me alarmó porque con ello daban inicio al ritual. el viento empezó a soplar fuerte llevándose las hojas secas con ella. Me estremecí al oírlas cantar, la piel se me puso de gallina, y un sudor frío se deslizaba por mi frente producto de mis nervios. su canto era como de las sirenas cuando llamaban a los marineros a qué les siguiesen y entren en el agua para después llevarlos a lo profundo del mar y matarlos. No entendía nada de lo que decían, era un idioma extraño.
Voltee a ver el templo y note que en una de las esquinas había una hoguera, el fuego iluminaba el lugar, en el centro del lugar estaba dibujado varios símbolos con sangre: en el suelo un círculo gigante, dentro de este había una estrella de cinco puntas, de ella y del círculo salían ocho lineas estás representaban, los ocho sabbat del año o como lo entiende un humano las ocho festividades que hace una bruja en el año ( inbolc, ostara, beltane, litha, lughnasadh, mabon, Samhain y yule).
Las otras brujas que no cantaban ni tocaban algún instrumento, comenzaron a bailar alrededor de la fogata y agarradas de las manos al ritmo de la flauta y el tambor. En medio de todas esas bruja una llamo mi atención. Y es que la chica me parecía atractiva a pesar de que solo le miraba su espalda.
Ella destacaba entre todas las demás, Lucia diferente. En lugar de vestir con el típico vestido largo de color blanco, sonbrero, y botas negras. La rubia llevaba puesto un vestido corto de color negro que mostraban sus torneadas piernas, un corsé se ajustaba a su cuerpo definiendo su cintura y haciendo notar el ancho de sus caderas, muy seguramente rebozaba sus senos. calzaba botas de tacón, llevaba su cabello rubio sujeto en dos coletas, y encima de su cabeza adornaba el típico sombrero de bruja.
Sus movimientos eran sutiles y suaves, sus manos se movían con tanta delicadeza como si tuviera miedo de que se rompiera, y sus pasos llenos de gracia bailaban en una perfecta sincronía con la melodía. siguió bailando aún dándome la espalda y la curiosidad por verle el rostro me ganaba.
Cuando ella se situó danzando en el centro de la estrella de cinco puntas, me encontraba saliendo sin ser cociente de mi escondite. Lo más raro fue que ninguna bruja se detuvo, estaban muy concentradas en lo suyo. La rubia giro sobre su eje para mirarme y una sonrisa broto de su boca.
No podía dejar de verla, es una chica hermosa pensé.
Ella dejó de bailar pero la música aún continuaba. Mi corazón latió cómo loco al ver cómo llevaba sus manos tras su espalda y se deshacía de las cintas quitándose el corsé, de ello le siguió las botas, el sombrero y para lo último deslizaba por su hombro la tira de su vestido y su sostén. Este cayó al suelo en un ruido sordo. Tragué saliva con dificultad al ver el espectáculo frente a mi. La chica llevo sus manos a los lados de su cadera para bajar lentamente sus bragas.
El aire de mis pulmones se esfumó cuando me acerque a ella. Su piel blanca y cremosa me atraía, también estaba bañada de algunos símbolos tétricos que parecían tatuajes, resaltaban en su piel. Era unos centímetros más pequeña que yo, y debía de tener unos dieciocho años.
Mi boca se seco al sentir su mano posarse sobre mi pecho por encima de mi corazón. Se coloco de puntillas y su voz erizo cada vello de mi piel.
—por fin has llegado—murmuro haciéndome cosquillas en el oido—no sabes cuánto he deseado que llegarás Shikamaru.
—¿c-como sabes mi…—me atreví a preguntar
—sshh… no hables—sus manos comenzaron a deslizarse por mis hombros tomando mi camisa hasta llegar a los botones y desasiéndose de ellos uno por uno—se todo de ti. De tu familia y tus amigos—cuando menciono lo último quise tomar sus manos y apartarla en lugar de eso mire hacia donde ella miraba.
Alrededor seguían las brujas bailando y tras de ellas, otras brujas tenían los cuerpos de mis amigos, estos eran descuartizados y despellejados. La sangre que brotaba de ellos lo colocaban en pequeñas ollas de barro y sus huesos eran colocados en una caldera que hervía junto a otras especias.
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Sabbat
Random¿que pasaría si la noche de Halloween sales con tus amigos? ¿crees que es una buena idea? para Shikamaru fue su peor pesadilla. historia corta