Templo y palacio (II)

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Con los respaldos bañados de cobre, con una atmósfera cúprica y llamativa. Tenía algas y más caracolas a ambos lados del respaldo. Además, estaba adornada con almohadas de fino algodón, posiblemente las más cómodas que había conocido.

En el horizonte, unos acantalidos abundantes en vegetación, sobre los cuales chocaban enrabietadas las olas. Eran unas aguas claras, azules completamente, en las que se veía a kilómetros el hermoso fondo que guardaban.

-Este lugar es precioso. Podría quedarme aquí eternamente

Sin embargo, algo me punzó un poco la espalda. Era un libro pequeñito -¿Dionisio y Ariadna? ¿Después de todo lo que me han comentado en el oráculo, los de arriba tienen huevos a mandarme leer una de las historias de amor posiblemente más bonitas? ¿Es una broma?

-¿Que te ocurre rey? ¿Te molesta que sea la protagonista de una historia? De repente gire mi cabeza y ahí estaba. Ariadna. Pero no de la misma forma en la que la conozco. Esta Ariadna tenía ojos azules, casi tanto como el mar, alto porte, alta embergadura, rosado rostro, blanquecina piel y cabellos de un color indescriptible pero hermoso.

-Perdón pero, ¿que haces aquí? O mejor dicho, ¿que hago aquí?

-Estas aquí porque te he llamado para que estés aquí. Es sencillo.

-Despues de todo lo que he oído, no queréis ponérmelo fácil, ¿verdad? -¿Acaso el amor es fácil? ¿Sí? ¿No? Pues las dos cosas. En su facilidad y simpleza reside su dificultad y su complicidad? ¿No son los valores de admiración, respeto y comprensión valores fáciles y difíciles para vosotros?

-Emm, si pero…

-No hay peros aquí rey. Acércate porfavor

A todo esto, éstá en el medio del mar. No hay que ser muy espabilado para darse cuenta de que si voy ahí, me hundo. Pero puestos a todo, no tenía miedo.

Y para mi sorpresa, el camino de la calcárea maravilla roja de antes me sigue. Solo que en vez de machacarte los pies, se convierten en un suave camino de pétalos, sobre los que puedo caminar sobre las aguas.

-¿Por qué reclamas mi cercanía?

-Porque tienes la decisión clara sobre que hacer pero te han lavado completamente la cabeza. He tenido que descender de arriba solo para poder avisarte.

-Claro lo tengo y claras tengo mis intenciones. Y tal como me ha advertido el oráculo, mi futuro es negro si continúo como estaba continuando. Así que, con mucho pesar, tengo que dejar estos asuntos de lado

-Y tanto que te equivocas. Claro que es negro el futuro, porque tú eres la luz que va a iluminarlo todo. Solo cuando has podido sanar un pcoo, el templo ha podido iluminarse mínimamente. La flora ha brotado del fuego. ¿Es que no lo entiendes aún? Si no has podido enamorarte aún es porque no estás destinado a enamorarte de mortales inferiores, si no de seres superiores o iguales a ti. Lo que importa de todo es el presente y en el presente has sido el brote, la semilla de luz que ha podido germinar en un campo de desgracia ostentosa. ¿No lo ves aún? Amor y tú vais en la misma oración. Conjugados igual. Escritos igual. Y por si queda alguna duda. Compuestos igual. Sois parte de una hermosa poesía llamada vida. El amor y la vida están enamorados profundamente. Y yo, pese a haber sido abandonada por un principe, un dios me hizo inmortal y me hizo su esposa, y vivo eternamente feliz con el. Y yo simbolizo la vida, símbolizo el hilo dorado que guía a los perdidos. Y si yo soy la vida, tu simbolizas el amor. Por naturaleza, lo simbolizas.

Con pasos apresurados, se lanzó hacia los brazos. La agarre de su fina y bella cintura y la besé como nunca había besado a nadie

-Pero, ¿Y tu marido?

-Sigue ahí. Y yo sigo ahí. No soy Ariadna. Soy alguien que solo tú conoces y que en pequeñas dosis, te esta guiando a la senda correcta.

-Ya, ya se quien simbolizas, por eso tenía ganas ganas de besarte

-Solo te pido que las sigas teniendo. Por mucho que pases, que sufras, que caigas, sigue teniendo esa ilusión de niño cada vez que la veas. Sigue disfrutando de sus labios y sus palabras. Contagiate de su risa y vacunate contra sus demonios para poder ayudarla. Se fuerte, sigue el camino. Y no te pierdas, viajero, rey.

Con un fino beso, cerré los ojos y volví a mi habitación. Donde todo había comenzado. Finalmente, vi una nota al lado de mi portátil, que decía así:

-“Gracias por comprenderlo tan bien. Quién te tenga en su vida, independientemente de la manera que sea, es muy afortunado. Y tranquilo, tu media naranja llegará cuando sea la temporada en la que los naranjos florezcan. Para que no te pierdas, te otorgo esta pulsera hecha con el coral de la caracola. Y con una perla azul, simbolizando los ojos que según tu son preciosos, para poder observarte mientras avanzas. Mucho ánimo rey” Intente volver al templo para pedir más ayuda. Y por primera vez, observé un cartel. “No permitida la entrada a dioses ni encarnaciones. Muchas gracias”

-Asi que, encarno al amor. No podía ser de otra manera vaya. Pero me siento más tranquilo de comprender de una vez como funcionan mis sentimientos y porque lo sigo intentando. La principal enseñanza es continuar el camino del amor, ya que siempre es el correcto. No naufragar en el océano de la venganza ni el del odio. Somos dioses de nuestro propio destino, héroes de nuestra historia y pese a todos los baches o impedimentos, debemos seguir este camino. Porque, como buenas personas, llegaremos a enamorarnos a su tiempo.

Y merecemos a personas que nos merezcan. De ahí que se tarde más o menos en encontrarlo. Pero el camino del amor es el adecuado para poder vivir una vida tranquila y emocionante a partes iguales.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2022 ⏰

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El misterio del templo y la claridad del palacio marinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora