Prólogo:

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Pequeña nena de los ranchos familiares

¿No recuerdas bien la extrañeza de tu niñez?

Amabas las muñecas y las coletas,

Jugabas con amigos que ni tu misma tomabas el tiempo de conocer...

Andabas medio desnuda saltando de un lado al otro pues no era más que diversión ante tu saber...

Tus vestidos cortos con pliegos delgados de seda y tul rojo,

Tus cálidas mejillas coloridas de corales y rosas pasteles,

Dientes brillantes de leche prontos de perder...

Salta dulcecito de leche,

Cuidado con caer,

Las malas hierbas no han sido cortadas, de las paredes a mal hacer...

Brinca muñequita traviesa,

Hay miles de hoyos por donde ves,

El subsuelo es impertinente, pero que más se puede hacer...

Seráfico tu persona que a nosotros nos has de vencer,

La ingenuidad te gana y por eso debes correr.

Los ladrillos naranjas fueron derribados miles de veces,

¿Por qué tú no los puedes vencer?

Aunque te detengan en medio del camino, conduce bien tus pies,

Que sin ellos la salida te será infiel,

Y podrás realmente conocer la maldad que no puedes ver,

El dolor que nunca sentiste,

Y las agotadoras hazañas que has hecho alguna vez,

Se convertirán en un delicado hilo de coser...

Bella IngrataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora