6. ¿Llamo?

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No, no puede ser, ¿como? ¿De que forma? ¿Tan rápido? ¿Que? Este nombre, era uno de los que estaba en lista de la reservación ¿no?, no puedo, no puedo creerlo, voltee a ver a la persona a mi lado
-. ¡SEOKJIN!- lo agite.
-. !¿Que?! - dijo -. Ahora tu déjame dormir a mi - soltó una carcajada.
No podía decir nada. Estaba en blanco.
-. ¿Sorprendido? - dijo bromeando -. Tuve su número desde hace tiempo - se dejó caer boca arriba en la almohada. Ya no me daba la espalda -. El fue quien me ayudo a tener esa junto con su padre - me miro -. Es soltero - sonrío y guiño uno de sus ojos.
El calor abrazaba mis orejas y asfixiaba mis mejillas. No pude evitarlo. Sonreí. Podría sentir que sería la única oportunidad que tendría. Esto me da un tipo de sentimiento de preocupación y alegría.

-. ¿Que esperas? - me miro -. Háblale - intentaba animarme.
-. Es muy tarde, debe estar dormido - dije nervioso -. Mañana lo haré - me deje caer en la almohada. No se desde cuando estuve sentado.
Mi cabeza rebotó un poco en la almohada. SeokJin me veía, lo sentía.
-. ¿Tanto te gusta? - preguntó -. No sabes nada de el - eso es cierto. Pero. Quiero hacerlo. Quiero conocerlo.
-. Yoongi, ¿recuerdas esa historia que te conté? - preguntó acercándose un poco más a mi. No dije nada -. Se que soy yo el que te está animando a que lo conozcas - parecía pensar sus palabras -. No te vayas a interesar tan rápido de esa forma - pauso -. Primero tiene que pasar tiempo, pero bien, enamorarse a primera vista no es tan simple- dejó de hablar. Esperaba que le contestara.
-. Si, lo sé - cerré mis ojos. Sería mejor que pensara en que decirle, en cuál sería la excusa para hablar con el. Un simple ¿cómo estás? ¿Sería suficiente?, es curioso como el ánimo viene y va tan rápido. Estoy decidido. No lo se, había algo en el que me llamo la atención.

De nuevo estaba cayendo. La nube sobre la que estaba parado; no quería mantenerse firme. Podía ver que alguien me veía desde arriba. Era una sombra grande. Imponente, se veía poderosa. Incluso me da la impresión de que esa sombra fue la que me empujó para caer. Pero ¿quien es?, no lo podía ver bien. Parecía discutir con alguien más. Yo solo caía y caía y caía.Era un camino sin un final, un espacio vacío; no había ningún tipo de salida. Ninguna salvación. Caer era todo lo que podía hacer.
Cerré mis ojos para dejar que me consumiera esa oscuridad que parecía arrastrarme.
-. No te asustes, yo te puedo ayudar - escuchaba a mi lado, más, no había nadie ahí, estaba tan lejos que me hacía dudar. A pesar de que todo lo que se veía era esa nube, podía escucharlo tan fuerte, tan claro. No se que podría ser, pero me habla. Me abrazaba. Creo que podría llorar si me alcanzara.

Abrí mis ojos. Estaba en mi cama. Podía ver el techo, incluso, seguía viendo la forma. Era más, como si hubiera tallado mis ojos tan fuerte que me dejara ver manchas. Suspire. Giré mi cabeza a mi lado izquierdo; estaba solo.
Me incorporé quedando sentando sobre la cama. Por alguna razón me sentía más cansado de lo normal. Ese sueño fue muy raro. Retire las cobijas de mis piernas. Pose una a una al borde de la cama y después de un rato me levante. Talvez era la altura o que ya estaba más despierto, pero mi habitación estaba llena de un olor diferente al normal; era amargo y picante pero dulce, espero que mi cocina no se esté quemando espontáneamente.
Acelere mi paso, en menos tiempo de lo normal me encontraba fuera de la cama.
El olor si provenía de la cocina.

Pero no se quemaba nada. Al menos.
-. Buenos días - escuche -. ¿Tuviste un mal sueño? - la mueca de SeokJin me daba risa, chocaba con su cara linda.
-. ¿Que? - pregunte -. Buenos días - parpadeé rápido -. ¿Que haces? - pause -. Pensé que mi casa se quemaba - dije entre bostezos, rasque un poco tras de mi oreja, era algo que solía hacer cuando estaba nervioso.

-. ¿Pensaste que? - SeokJin comenzó a reír -. Pensé que el ebrio era yo - dijo, anoche no tomé nada, al menos, no algo considerable. Creo.
-. Yo - dije.
-. Ve a lavarte para que desayunes - me señaló con una cuchara de madera -. Anda - asentí. Camine al baño; estuve un rato viéndome al espejo. Me sentía raro, parecía como si siguiera soñando. Abrí el grifo, puse mis manos bajo el agua que caía, cuando se llenaron un poco de agua, acerque mi cara.
Sigo viéndolo. Solo como una mancha, pero es lo mismo que soñé. Es raro. Nunca me había pasado.

¿Quieres salir conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora