Advertencias:
-Hanahaki
-Sangre
-Amor no correspondido
Chu WanNing miró por un segundo el pétalo que poco a poco descendía sobre la mesa.
El gran Anciano YuHeng parpadeó, observando el pétalo en el mueble. Tal vez no se hubiera quedado perplejo si ese pétalo hubiera caído de un árbol. Pero ese pétalo había salido de su boca.
Tal vez había comido algo, aunque era estúpido, cualquier cosa que comiera no ocasionaba que salieran flores. Así que simplemente decidió ignorarlo. ¿Para qué darle importancia a algo tan insignificante?
Mas no se detuvo, ni ese día ni los siguientes. Chu WanNing se despertaba y tosía pétalos de HaiTang. ¿Por qué sucedía eso? Chu WanNing estaba ansioso.
Aunque ya estaba acostumbrado a la autodestrucción y tampoco le importaba su propia salud. Si debía vivir tosiendo pétalos toda su vida, estaría bien, no le afectaba en nada, seguía siendo insignificante.
Chu WanNing terminó de limpiar un poco el desastre que había hecho en el pabellón rojo. Trozos de bambú estaban regados en todo el salón después de haber terminado de crear unos pequeños soldados. Había encontrado algunos viejos pergaminos con algunos inventos bastante ingeniosos, así que estaba intentando perfeccionarlos con algunos detalles, aunque el invento estaba muy bien hecho.
Se sacudió la tierra de la túnica y se estiró sintiendo punzadas en su espalda. Dejó al pequeño guerrero de bambú y se dirigió a la entrada cuando sintió a unos extraños adentrándose en sus barreras.
Dos siluetas aparecieron en su vista y aunque no podía enfocarlos bien, sabía perfectamente quienes eran.
—Shi Mei, mejor hubiéramos mandado a Xue Meng, ¿por qué molestarse en venir con Shizun? Nos rechazará.
—A-Ran, hice estos dulces para Shizun, probablemente le gusten.
Chu WanNing podría estar lejos, pero escuchaba perfectamente lo que decían. Parecía que sus discípulos lo habían visto a la distancia, pero cuando Chu WanNing miró bien de cerca a Shi MingJing, frunció el ceño y cerró las puertas de su pabellón.
Sabía que era idiota hacer eso, pero Chu WanNing no soportaba ver a sus dos discípulos juntos.
—¿Ves? Shizun es un arma desalmada. —Mo Ran sonó al otro extremo—. ¿Por qué mejor no nos lo comemos juntos?
Chu WanNing suspiró, sabía muy bien que Mo Ran amaba a Shi Mei, su corazón dolía cada que escuchaba el entusiasmo de Mo Ran. ¿Por qué él no podía ser Shi MingJing?
¿Por qué se había enamorado como una tonta colegiala?
Chu WanNing siempre sentía su corazón estrujarse cada que escuchaba esos comentarios. Eran como un cuchillo cortando su piel; sabía muy bien que nunca sería correspondido.
¿Pero por qué se aferraba tanto a ese amor imposible?
Chu WanNing se sentó un momento cuando sintió un ligero mareo. Rara vez se enfermaba, pero el dolor en su corazón era muy fuerte. Tosió un par de veces, intentando quitar ese dolor. Hasta que de su boca salieron varios pétalos de Haitang.
El dolor cesó por un momento y Chu WanNing se sintió muy incómodo.
Respiró profundamente un par de veces, intentando regular su respiración después del dolor. Algunos pujidos salieron de su boca, hasta que finalmente su pecho se controló.
Tal vez no era insignificante, pero Chu WanNing tenía una pequeña premonición en su corazón y se negaba a aceptarlo.
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El dolor de la Flor || RanWan
FanfictionChu WanNing miró un segundo el pétalo que poco a poco descendia en la mesa. El gran anciano YuHeng parpadeó, mirando el pétalo en el mueble. Tal vez no se hubiera quedado perplejo si ese pétalo hubiera caído de un árbol. Pero ese pétalo había salid...