DOS

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El rubio miraba por la ventana del bus, perdiéndose entre los sucesos que ocurría en la calle mientras el chofer conducía con su música a tope

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El rubio miraba por la ventana del bus, perdiéndose entre los sucesos que ocurría en la calle mientras el chofer conducía con su música a tope. Tuvo la suerte de abordar el último Bus de la noche debido a que ya eran al rededor de las doce de la madrugada y ya no circulaban más.

El Omega se abrazó así mismo mientras trataba de darse calor ya que el frío se hacía cada vez más insoportable, pego su cabeza a la ventana y cerro sus ojos para descansar un poco, todo lo había agotado.

Desde la presentación hasta la visita de Odín.

Buenas noches, ¿cómo estas? ──Escuchó una voz, se mantuvo quieto fingiendo estar dormido para que esa persona se largara y dejará de molestar.

¿Holaa?, oyeee ──El hombre era jodidamente insistente y eso puso de mal humor al rubio, aunque su humor empeoró cuando el otro se sentó a su lado, empujandolo más contra el vidrio, rápidamente abrió sus ojos y confrontó al otro con un claro enojó.

¿Qué es lo que pasa? ──Frunció su ceño mientras el otro se apegaba demasiado a lo persona, llevando una de sus manos a su propia cintura── Maldita sea, ¡No me toqué!

¿Crees que podrías ayudarme en algo?, he estado demasiado solo últimamente y yo quisiera que me ayudaras en algo... ──Hizo más firme el agarre sobre la cadera del omega, lastimandolo en el procesó

─¡Que me sueltes! ──Eso se volvió una pelea de forcejeos, la cual el omega término por ganar al darle un golpe en la nariz al alfa, lo tumbó de su asiento y autobús se detuvo.

Creyó del chofer iba a auxiliarlo pero nada de eso fue como lo deseó;

─Hey, chico rubio...bájate

─Pero, él comenzó a moles-

─¡Que te bajes!, parece que los omegas solo entienden a golpes.

Poseidón tuvo que tragarse su orgullo y bajo del autobús, no sin antes volver a golpear al alfa que seguía en el suelo. Apenas estuvo fuera sintió el aire frío de la noche, comenzó a caminar por las calles desoladas de forma rápida.

Andar solo por la calle nunca seria una buena idea, menos si eres un Omega sin un lazo.

El viento removió sus cabellos, primero con una suavidad inexplicable pero progresivamente los movió con intensidad, ¿en que momento había comenzado a correr?

Se sentía en una persecución, con la diferencia de que nadie lo estaba persiguiendo esa vez.

Solo faltaban unos metros para llegar a su departamento así que correr era una buena opción.

Aunque en un momento se vió así mismo en otro sitio, un sitio totalmente diferente a aquel barrio de mala muerte...un lugar familiar.

Ubicado en un momento donde fue feliz...

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━¡Posei!, ¡no corras o podrás lastimarte!━━Rea corrió detrás de su hijo, en un tonto pero divertido juego de persecución.

━¡No me voy a caer!━━Bueno, parece que no era adivinó, pues término cayendo de cara contra el suelo.

━¡Mi cielo!━━La Omega se acercó a él tan rápido que apenas como el menor cayó, fue levantado por su madre preocupada.

Rea le examinó y al notar sus ojitos llorosos le abrazó.

━Mami...me lastime mi cara━━Hablo el rubio entre constantes hipos, ella lo miro y beso la zona de su herida, que había sido en su frente

━Mientras yo este aquí, siempre tendrás quien te cure tus heridas...mi cielo

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No supo en que momento estaba frente a aquel conjunto de departamentos, suspiro y sin esperar mucho entró. Siendo saludado por el portero quien le sonrió, ese portero era muy amable.

Entro al edificio y se dirigió a su departamento, tuvo que subir muchas escaleras debido a que el elevador estaba descompuesto (ya llevaba 10 meses así)

Mientras subía trataba de olvidarse de todos esos recuerdos que se veían tan lúcidos.

Recuerdos que involucraban a su amada madre y a un par de idiotas más.

Suspiro, masajeandose la frente, finalmente llegó a su pisó y dejo las escaleras para pasarse al corredor, caminando por la extensión de este hasta la puerta "24", donde se detuvo y saco sus llaves.

Abrió la puerta y fue recibido por el silenció que traía la noche.

Aunque ese silenció fue interrumpido por una pequeña de largos cabellos castaños, quién se acercó al Omega.

─¡Mami!, ¡Has vuelto! ──Se lanzó a los brazos de su madre, quien la tomo con cuidado y la cargó.

─Despena, ¿cómo estas?, ¿ya comiste? ──Recibió un asentimiento de su hija, quien estaba emocionada por la llegada del mayor.── ¿Y tu tía Afrodita?

─Esta en la sala, ¡te estábamos esperando!

Poseidón sonrió inconscientemente y cedió a los jalones de su hija, introduciéndose finalmente al departamento y cerrando la puerta tras suyo.

Despena es una pequeña muy linda y es la luz de los ojos de Poseidón.

Ella es su vida, es su todo.

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2022 ⏰

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