Dulce, caramelo

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Estábamos en la búsqueda de una forma de pasar el tiempo, ese dia había sido fantástico, ya habíamos ido a comer y después ido a pedir dulces por dia de muertos, solo veíamos la televisión jugando alguno que otro videojuego, pero te note con algo de sueño, en su mano derecha sostenía una paleta de las que habíamos ido a pedir.

Le pedí que te sentara entre mis piernas, supuse que podría ser algo romántico, pero algo en mí no aguanto y comenzó a levantarse poco a poco, tú lo notaste desde el inicio, pero querías saber a dónde llegaría todo, en tu mirada sabias que algo en mi había despertado.

"Quieres hacerlo?" Me preguntaste directamente

"¿Hacer qué? ¿Jugar? ¿Ver una serie?"

Sabia a que te referías, pero no me quería equivocar y estar en una situación incómoda.

"Hacerlo"

Puso su mano en mi pierna y lentamente la deslizo hacia mi entrepierna.

No tardó mucho en pararse por completo. El chocaba contra tu trasero y se sentía una pequeña presión.

Todas sus acciones eran lentas y excitantes. Traía pijama así que solo metió su mano bajo mi el resorte de mi pantalón.

"¿Quieres hacerlo conmigo?" Si mirada decía que sí y sus acciones expresaban un arduo y placentero sí.

Mi voz estaba en blanco, solo asentí ligeramente con mi cabeza y tragué saliva. Se volteo hacia a mí me miro rápido y paso sus labios por sus carnosos labios.

Bajo su cabeza y se recostó sobre la cama, comenzó con una lamida lenta pero apasionada, podía sentir su lengua lamerme, hacia abajo hacia arriba, de un lado del otro, siempre que podía se lo metía dentro de su boca por completo, sentía que me derretía dentro de su boca.

"Me voy a venir" Dije

Rápidamente lo dejo de chupar (lamer) "Esto aún no termina hasta que esté completamente complacida"

Me quito el pantalón y comenzó a acariciarme, pasaba sus manos por donde más le parecía.

No me quede atrás y progresivamente fui tocando poco a poco su cuerpo.

Su espalda era pequeña pero firme, y de su cadera para abajo, suave y pequeño, no podía dejar de manosearlo, en círculos o líneas rectas imaginarias. Había algo que quería tocar más que nada.

Baje por si blusa y después por su brasier. Antes de hacer algo más me acerque su oído derecho y le susurre:

"¿Puedo?"

"Puedes hacerme lo que tú quieras" Su respiración era mucho más fuerte y acelerada

me tomé mi tiempo para desabrocharlo, y cuando este callo, cada dedo y caricia que podía hacerle, hacia que sus gemidos se llenasen aún más de placer.

Se había vuelto a sentar entre mis piernas.

Primero los toque y amasé, como un gato con su juguete preferido, hasta el punto de memorizar la sensación, cada quejido y gemido de ella provenía de ella me excitaba aún más, rápidamente ella se levantó la blusa y se la quito dejando que sus pechos dieran un pequeño rebote.

Aun me quedaba una mano libre y no la desaprovecharía, deje tu pecho izquierdo y baje hasta tu estómago para finalmente llegar a mi objetivo, suavemente lo deslice cerca, jugueteaba con ella, lo rodeaba, iba deslizando mi mano desde tu muslo derecho hasta casi llegar y cuando pensabas que por fin los metería, paraba y volvía a empezar. Sacaba mi mano para frotarla desde fuera de tu calzón y lo primero que podía sentir era un líquido viscoso y desde ahi solo frotaba sin parar.

Tus piernas no dejaban de temblar, cuan creías que al fin los metería apretabas tus dedos los pies y estirabas tus piernas de placer.

Lamí mis dedos, con tus fluidos que habían salido de ti y volvía a frotar, todo ahí abajo estaba mojado.

"Mételos ya, por favor, ya no aguanto"

"Aun no"

Escabulliste tu mano hasta abajo donde mi mano seguía jugueteando, intentaste meterlos, pero tome tu mano antes de que los metieras.

"Te dije que aún no, tendré que castigarte hasta que seas buena"

Tome un pequeño listón que tenia junto a mi cama y junte tus dos manos y las amarre a manera de castigo, colocaste tus mano amarradas alrededor de mi cuello.

En tu miraba se reflejaban tu ansia por que lo hiciera, pero aún no era suficiente así que me enfoqué en el centro para calmar tu prisa por qué lo metiera, rodeando y dando pequeños toques que te hacían saltar de excitación

Sus pequeños pezones rozados combinaban con su blanco color de piel, los apreté, jale y frote y ella volvió a desprender un sinfín de gemidos. Se volvió hacia mi y se sentó, nuestras piernas se entren cruzaban.

Me acerqué lentamente a sus pechos y los lamí como a una dulce, caramelo. Solo quedaba vestida con una falda que cubría su muy mojada parte.

Ansiada de aún más placer no dudo en hacer un lado su calzón y bajo su falda metió su mano, era la primera vez de los dos y tardo un poco en meterlo dentro de ella, en el proceso había sentido todo, los roces de nuestras partes y su humedad eran nuevas sensaciones, necesitaba que ya lo metiera.

En el momento en el que estaba dentro de ella, comenzó a dar pequeños saltitos que la llenarían de aún más placer por cada uno que diera, como un elevador, yo entre y ella subía y bajaba.

La tomé tu cuello ya la acerqué hacia a mi para besarla mientas al mismo tiempo yo auto exploraba su cuerpo con mis manos.

Mordiste tu labio con desesperación, tu expresión me excito.

Tus manos estaban atadas así que tus pies se retorcieron de felicidad, dejaste escapar un gemido que me motivó aún más, el roce entre nosotros creaba una sensación que difícilmente podría expresar, me acerque a ti y te bese

Inmediatamente tus gemidos fueron silenciados, lo saqué y rápidamente te cambié de postura mirando a la pared, te tomé de la cintura y procedí o hacerlo mismo de hace unos momentos, para calmar tus ansias de más y más.

Sujete tu cuello lo suficiente como para hacer que pudieras verme para seguidamente introducirlo

Comenzaste a jadear, pero no podía dejarte descansar, tomé tu trasero e introduje mis dedos, soltaste otro grito, de sorpresa y excitación, tus manos te impedían hacer algo al respecto, pero se podía notar como se retorcían de pacían al igual que los dedos de tus pies, la luz roja del cuarto me impedía ver por completo tu expresión de excitación.

Me quedaba una mano libre, tus muslos parecían buena opción, así que los toque poco a poco, hasta el punto de manosearte y apretarlos, tus medias negras y la poca lencería que te daba contrastaba contigo y la luz del cuarto, tus pechos se movían hacia delante y atrás sin parar

Tal cual y como tus pechos, el calzón a medio quitar por las ansias de tus deseos más oscuros, se me vía hacia delante y atrás, en punto tu conciencia quedo cegada por el placer y solo decías "mas, más"

Cuando comenzabas a cansarte tomé tu cintura y te acosté de espaldas contra la cama

Tu expresión de excitación me encantaba, te tomé de la cintura y te acerqué más la orilla de la cama y sin esperas lo volví meter.

Mis brazos los apoyé a un lado de tus caderas y me comencé a mover, tus piernas que se movían de un lado a otro me enredaron y no me dejaste escapar, en pocas palabras me abrazaste con tus piernas

Ya casi llegaba al clímax, tus gemidos se intensificaron y mi movimiento de caderas era aún más rápido, como una explosión sentí que me derretía dentro de ti, tú terminaste con un grito final de satisfacción

Te besé haya abajo y te pregunté

"¿Lista para la siguiente ronda?"

Placeres ocultos +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora