Sacudiendo la cabeza y decidiendo que ya había tenido suficiente, se dirigió a su antiguo dormitorio. Era el único lugar de la casa que no le importaba. El único espacio donde podía estar solo, lejos de las miradas indiscretas de la ciudad, y encontrar consuelo en el pacífico vacío que lo rodeaba. De niño solía subir a la cama todas las noches, a veces saltándose la cena para hablar con su amigo imaginario. Un gremlin de cabeza rubia ardiente era la única persona que podía hacerlo reír. Incluso a medida que crecía, soñaba con el hombre de cabello rubio, el único consuelo que tenía en esta horrible ciudad. Dejó de soñar con su amigo imaginario una vez que se mudó. Los recuerdos de las viejas conversaciones que solía inventar eran probablemente los únicos felices que tenía.
"Por supuesto", gimió, apoyándose contra el marco de la puerta de su dormitorio abierto. Todo lo que una vez estuvo dentro ya no estaba. No había revisado toda la casa, pero vio que todavía había muebles y otros artículos esparcidos. Sin embargo, solo su habitación estaba vacía. Sería su habitación la que había sido saqueada. "Quienquiera que lo haya hecho también fue jodidamente meticuloso". Quien haya robado sus cosas se las arregló para llevarse todo lo que tenía algún tipo de valor para él. Todo lo que quedó fue un libro viejo, un bolígrafo y algunas velas. No recuerda haber tenido ninguna de estas cosas, pero al menos era algo.
Cerrando la puerta y caminando hacia el centro de la habitación, recogió uno de los únicos artículos que quedaban en su habitación. Era un viejo libro encuadernado en cuero sin título ni nada escrito en él. Al abrirlo, se confundió al descubrir que el interior estaba tan vacío como el exterior. Pasando página tras página para tratar de encontrar alguna indicación de lo que era este libro, maldijo cuando abrió el pulgar. ¿Por qué los cortes de papel tenían que doler tanto? "Maldita sea", dejó el libro para buscar un pañuelo de repuesto que guardaba dentro de su chaqueta.
Gotas de su sangre cayeron sobre el libro y de repente comenzaron a aparecer escrituras. Resplandecientes palabras rojas en un idioma que nunca antes había visto comenzaron a irradiar dentro de las páginas que alguna vez estuvieron en blanco. De repente las velas que estaban alrededor comenzaron a prender fuego, comenzando a quemarse una a una por sí solas. Kirishima tragó saliva, oficialmente asustado y listo para irse. Solo en el momento en que se puso de pie en el suelo, también comenzó a brillar, formando un símbolo de pentágono rojo sangre debajo de sus pies. Gritó cuando se hizo más y más brillante, sintiéndose repentinamente como si estuviera atrapado en un infierno.
"Ya era hora de que volvieras"
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𝔻𝔼𝕃𝕀ℂ𝕀𝔸 𝔻𝕀𝔸𝔹𝕆𝕝𝕀ℂ𝔸
FanfictionKirishima odiaba al mundo porque parecía odiarlo a él. Nunca entendió por qué, pero una noche, revisar su antigua habitación, encontrar un libro antiguo y encontrarse con una cara familiar lo ayuda a comprender algunas cosas. Tiene que tomar una dec...