tem. 1 cap. 1

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-Era una mañana tranquila al igual que todos los días, semanas, meses e incluso años, el menor de los Rengoku se levanta para hacer los quehaceres de la casa, hacer el desayuno, limpiar la casa, barrer el patio, quizás también cortaría el pasto, después saldría de la finca para comprar cosas para la comida, esa era la vida que llevaba el pequeño Senjuro, o era al menos lo que el creía que era vida.

En la tarde cómo todos los días se encontraba Senjuro en el mercado comprando verduras para la comida, una corazonada le dijo que volteara, al voltear pudo reconocer la silueta de una persona.-

¿Hermano?... No... Es papá. -susurro para si mismo el pequeño.-
¿Que está haciendo?... ¿¡Se está besando con una mujer!? -pensó el menor sorprendido.-

¡Joven le estoy hablando! -hablo fuerte el vendedor.- ¿Se encuentra bien? -pregunto al tener la atención del menor.-

¡Si claro! Discúlpeme... ¿Cuánto es? -pregunto Senjuro un poco apurado.-

Son ******

¡Gracias! -dijo el niño para después correr hacia su casa.-

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en la finca

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Nunca creí que papá saldría con una mujer que no fuera mamá... Con razón ya casi no está en casa y tampoco me regaña tanto como lo hacía antes... -pensó el pequeño mientras picaba unas verduras para la comida.- Honestamente me alegro por el. Si el es feliz creo que está bien, me preguntó cómo lo tomara mi hermano... Yo creo que lo tomara bien, el siempre le ve un lado positivo a todo. Espero seas feliz padre. -murmuro para si mismo.-

¡Senjuro! ¿¡Dónde estás!? -se escucho una voz fuerte y alegre desde la entrada.-

¡He-hermano! -hablo emocionado mientras dejaba lo que hacía para dirigirse a la sala principal de la casa, encontrando ahí a su hermano mayor.-

¡Senjuro! -hablo con esa voz tan feliz con la que se le reconocía a el para después levantar a su querido hermano en lo alto de sus brazos.-

Han pasado varios meses desde que te había visto. ¿Cómo has estado hermano? -pregunto con voz tranquila el pequeño.-

¡Bastante bien! ¡Tenía tanto tiempo que no te veía! -acaricio un poco la cabeza de Senjuro admirando lo mucho que había crecido.-

Demasiado tiempo... ¿Tienes hambre? Estoy haciendo la comida y si me esperas un poco te puedo servir. -sonrió tranquila esperando a ser bajado.-

Muchas gracias Senjuro, pero estoy bien, comí en el trayecto del viaje, estoy cansado y quiero dormir un poco antes de que me asignen otra misión. -dijo mientras bajaba a Senjuro con cuidado.-

Está bien... -dijo en voz baja regalando una sonrisa a su hermano mayor.- Tengo que seguir cocinando, sube a tu habitación, todo está limpio. -dijo para después caminar lentamente hacía la cocina.-

-Senjuro siguió picando la verdura, cuando terminó la echo al caldo de res que estaba haciendo, después de haber limpiado la cocina se dirigió al patio para quizás cortar el pasto o tal vez solo se acostaría en el.-

¿Un demonio secuestro a Senjuro? 1parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora