tem. 1 cap. 2

241 23 23
                                    

-El simple hecho de que su padre haya conseguido una mujer que lo quisiera le salvó de algunos golpes y de levantarse temprano, su hermano mayor no lo despertaría por lo que durmió durante todo el día, al llegar la noche Senjuro despertó de su largo sueño y al darse cuenta que ya era de noche salió de su habitación para dirigirse a la de su hermano y tocar la puerta en espera de que contesté, quería saber si su hermano mayor aún seguía ahí.-

¿Hermano? -pregunto el menor aún tocando la puerta.-

-Al no tener respuesta abrió con cuidado intentando no hacer ruido, su hermano no se encontraba ahí por lo que decidió buscarlo en cada rincón de la casa pero aun así no lo encontró «seguro salió a una misión» pensó el menor, un pequeño gruñido apareció en aquella silenciosa habitación, al parecer tenía hambre ya que no había comido nada en todo el día por lo que decidió dirigirse a la cocina para comer un poco y después salir al patio.-

¿El... Estará en el bosque? -susurro para sí mismo el pequeño.-

-Dudando un poco salió de la finca para empezar a caminar hacia el bosque queriendo encontrarse con aquel demonio que había visto la noche anterior, tardo un rato pero por fin había llegado a la parte media del bosque donde antes se había visto con el demonio.-

¿Douma...? -hablo bajo el menor.- «¡Que tonto soy! ¡Si habló así de bajo no me escuchará!» -pensó aun dudando si debería gritar el nombre del demonio.- ¿¡Doumaa!? ¿¡Estás aquí!? -hablo más fuerte y lo repitió un par de veces más.- Seguro y no está aquí, mejor me voy a la casa. -dijo el niño para después darse la vuelta e intentar caminar directo hacia su casa pero fue detenido en el intento.-

¡Aquí estoy gordito!~ -hablo un poco fuerte el demonio saliendo de los árboles asustando al menor.-

¡Douma, me asustaste! Creí que no estabas aquí... -menciono el menor mirando atentamente al demonio.-

En realidad no era el plan pero quería ver si tu estabas aquí y resulta que si~ Como escuche que estabas por irte me apresure a llegar ya que no te pienso dejar ir, o no hasta que amanezca al menos.~ -dijo el demonio estando de un momento a otro sentado en la rama de un árbol.-

Ah... Gracias, ni me quería sentar. -dijo el menor al ver al demonio en aquella rama.-

Ohh~ Lo lamento gordito, no creí que te quisieras sentar conmigo.~ -menciono el demonio mientras acomodaba al pequeño Senjuro.-

¿¡En qué momento!? -grito el menor refiriéndose al momento en que lo subió a la rama.-

Tienes que reaccionar más rápido.~ Tu hermano es el pilar de la llama y si no mal recuerdo su padre también era un pilar.~ ¿No deberías saber algunas cosas sobre eso?~ -pregunto mientras agarraba al menor de la cintura pues aún lo seguía acomodando y su cuerpo temblaba un poco, seguramente por la altura entre el suelo y la rama.-

... -Senjuro guardo silencio por un corto lapso de tiempo hasta que decidió hablar.- Si... Lo que acabas de decir es cierto... Pero yo nunca pude aprender la respiración de la llama... Tampoco puedo hacer que mi katana cambie de color... Cambiemos de tema por favor...

Mmh.~ No.~ No intentes cambiar de tema.~ Si no puedes utilizar esa respiración o como sea que se llame busca otra que puedas aprender pero nunca te des por vencido.~

¿Tú... Crees que yo logre ocupar otra respiración? -pregunto el menor un poco desanimado.-

¡Claro que puedes!~ No se mucho de esas cosas, la verdad no me interesan pero creo que si intentas con otro tipo de esas llamadas respiraciones puedes lograrlo.~ -sonrió levemente intentando animar al menor, aunque ahora mismo estaba algo confundido... «¿Por qué mierda le estaba dando consejos a alguien que quería ser un cazador de demonios?» era lo único que se preguntaba sin poder pensar en más aunque claro, aún le seguía poniendo atención a Senjuro.-

¿Un demonio secuestro a Senjuro? 1parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora