— ¿Estás seguro? – cuestionó la mujer de mediana edad preocupada
— Sí – asintió mientras continuaba empacando sus cosas
— ¿No te llevaras esta chaqueta? Es tu favorita, recuerdo que la usabas antes de... - calló recordando que no debía hablar
— Antes de mi bebé – asintió con una mirada cansada – Ya no me visto así, ya no quiero ni tengo ganas – negó con una sonrisa triste
— Lo siento, cariño – se disculpó la mujer
— Está bien, mamá – la calmó – Ha pasado un año ya, es hora de cambiar de aires y reencontrarme
— Jiminnie – lo llamó antes de que continuara empacando – Tú sabes que puedes volver en cualquier momento, este es tu hogar y tu padre y yo estaremos dispuestos a recibirte cuando lo desees. No tienes por qué estar solo, cariño.
— Lo sé – asintió con una sonrisa quebrada – Es solo que estoy cansado de llorar, mis "amigos" se han ido y... mi mejor amigo también – susurro – Estoy cansado de culparme y culparlos, simplemente me quiero ir y olvidar esto, ya no puedo más
La mujer simplemente abrazo a su hijo, jamás entendería lo que sería perder un hijo, porque ella estaba ahí abrazando a su bebé aunque ya tuviera treinta años de edad. Pero ella al menos sabía cómo era su hijo, lo conocía, lo había visto crecer, lo había visto reír, llorar y eso estaba bien.
Pero Jimin jamás vería a su hijo crecer, había sido una gran pérdida para la familia. Su hijo había estado tan feliz con su embarazo, no había sido para nada planeado, pero su hijo y el padre del bebé estaban en buenos términos, ambos habían acordado criar a su bebé con mucho amor.
La señora Park sabía que su hijo sería una gran madre, lo había visto leerle a su bebé no nato, le había escuchado cantarle y había comprado tantas cosas bonitas.
Aquel accidente no solo se había llevado a un pequeño angelito, también se había llevado al sonriente Jimin quien, a pesar de todo, había estado deseoso de poder cargar a su propio hijo.
Jimin por su parte intentó dejar de llorar, poco a poco se obligaba a no llorar más, estaba cansado de llorar siempre que recordara a su bebé. Su angelito ya se había ido y era hora de dejarlo ir, tenía que hacerlo, tenía que ser fuerte y salir adelante.
Pero era difícil, porque sentía que no tenía nada y era estúpido, porque tenía a sus padres, los tenía a ellos. Tal vez no tenía a otras personas, pero al menos estaban ellos y eso tendría que bastar, peor su corazón se sentía tan pesado.
Después de unas semanas finalmente estaba en su nuevo auto, le había costado bastante el volver a conducir. Porque se había enfurecido tanto consigo mismo y con el auto, tal vez no tendría sentido enojarse tanto con un objeto, pero en su momento simplemente pasó.
ESTÁS LEYENDO
Personas - YM
FanfictionLas personas cambian, los sentimientos cambian, todo cambia, absolutamente todo cambia porque nada es eterno en esta vida. Puedes reír, puedes llorar, puedes lamentarte, todo eso está bien y ten por seguro que pasara, tal vez siga doliendo pero poc...