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─ Amor, voy a ir a hacer las compras ¿vale?
─ ¡Okey! ─ Contestó el menor que seguía enfocado en completar su figurita con su ceño fruncido.
'Tan tierno' , pensaba el pelinegro mientras sonreia.
Sin embargo obligándose a apartar la mirada, salió de casa y fué hacia el supermercado.
En un tiempo récord Jungkook había conseguido todo lo necesario para el fin de semana, pero siempre dejaba lo mejor para el final.
─ Los mochis para Minnie, cierto ─ recordó cuando entró a la sección de dulces.
Y al final ya no había sido un tiempo record, porque se habia entretenido mirando los miles y miles tipos de mochis que podía comprar para su novio.
Claro que como él mayor era tan indeciso, terminó escogiendo todos los que habían disponibles, además los dos se merecían un empacho de vez en cuando.
Después del trayecto de vuelta Jungkook seguía levantando levemente sus comisuras al imaginarse a Jimin comiendo todos esos dulces mientras estaba feliz.
Llamó al teléfono con la mano que tenía libre de bolsas, y entonces el contrario contestó.
─ ¿Quién es?
─ La persona que es tú novio y aún no tiene la copia de la llave de su propia casa.
El rubio soltó una ligera risa y enseguida le abrió la puerta.
A este paso, Jeon creía que hasta que no le pidiera la mano al tierno chico este no le daria una copia.
─ ¿Trajiste la salsa que te dije?
─ La verdad se me olvidó, pero mira lo que traigo aquí.
El pelinegro se puso detrás de él y alcanzó uno de los paquetes de dulces.
Tapó sus ojos desde atrás y Jimin agarró con sus pequeñas manos los brazos de Jeon.
─ Como sean gusanos juro que te los tiro por el cabello hyung.
─ Tranquilo cariño, no es nada de eso ─ rió ante sus ocurrencias ─ A las 3 vas a verlo, uno... dos... Y... Dos y medio..
─ ¡Yah Jungkookie! ─ Golpeó el brazo del mayor.
─ Perdón, perdón ya los puedes abrir.
Feliz de lo que acaba de ver, abrazó a novio.
─ ¿Cómo sabías que tenía ganas de comerlos hoy?
─ Porque básicamente todos los días se te antoja ─ acarició el suave cabello de su chico y le sonrió .
─ Tienes razón ─ Entrecerró los ojos haciendo la segunda debilidad de Jungkook, su eyesmile.
─ ¿Te apetece comerlos ahora mientras vemos tu serie favorita?.
Asintió con entusiasmo y enseguida se sentó en su parte favorita del sofá.
─ ¿Prefieres los de vainilla, mango, chocolate, té verde, judía roja o fresa?
─ ¿Cómo? ─ Preguntó el rubio confundido.
Jungkook le enseñó los distintos envases.
─ No podía decidirme solo por uno, es que trajeron nuevos sabores a la tienda y...
─ ¡Todos! ¡Los quiero probar todos! ─ Contestó el otro quien ya estaba babeando por todos los distintos sabores.
─ Bueno esta bien, pero solo uno de cada uno, que luego te duele la pancita.
Aunque la verdad, deseaba que nunca parara de comer.
Cuando los dos se sentaron, Jimin rápidamente se acercó al plato que había dejado Jungkook para los dos y probó el de fresa.
─ ¡¿Cómo no habían importado esto a Corea?! ¡Es buenisimo!
─ Es cierto ─ Coincidió el más alto cuando probó el mismo que el menor.
Entonces, cuando el más joven decidió zamparse dos a la vez, Jungkook lo observó atentamente sonriendo porque su plan había funcionado.
─ ¡Hyung prueba a comer dos a la vez, tiene un sabor muy bueno ─ le comentó con la boca llena y sus cachetes inflados como los de una pequeña ardillita.
─ No soy tan empalagoso como tú Jimin-ssi, pero si podría comerte a besos a todas horas.
─ ¡Ahora no Jungkookie! ─ Ahora si que era perfecto, tenía sus mejillas color carmesí.
─ Bueno esta bien, pero que sepas que no miento ─ dijo con un ápice divertido, disfrutando de como hacía avergonzar a su novio.
'Ojalá poder hacer fotos con la mente' pidió al aire el pelinegro mientras veía comer a un Jimin avergonzado por sus anteriores palabras.
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Era el día siguiente y como siempre el primero que despertó fué Jungkook, bostezó y por consiguiente abrió lentamente los ojos para toparse con un tierno Jimin con la carita inflada como siempre en todas sus mañanas desde que vivía con él.
Y es que para él era un regalo poder presenciar las mañanas del rubio cuando se despertaba gruñendo por los rayos del sol.
─ Buenos dias amor ─ Le dijo el mayor al recién despierto.
─ Buenos perfectos dias amor ─ le devolvió el saludo mientras se estiraba ─ ¿Te apetece hacer algo en especial hoy? ─ Preguntó abrazando el torso de su chico.
─ ¿Quieres desayunar más mochis?
Porque siempre que tuviera la oportunidad, le gustaría ver las mejillas de Jimin llenas y coloradas hasta el día de su muerte.
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muchas gracias por leer !! gracias JhunaMOO por dejarme adaptar tu obra <3 , nos vemos en otras adaptaciones !
