Reencuentro

188 21 0
                                    

No sabían en que día estaban y la verdad eso era lo último que les interesaba.

La tormenta no los dejó avanzar por tres días, sumándole las calles inundadas. Esto les obligó a quedarse en un solo lugar y la situación fueron buenas y malas.

Buenas porque en esos días no hubo rastro de ningún zombie, pero aún así no bajaron la guardia. Y malas porque Naruto se enfermó gravemente, tuvo temperatura que lo dejó casi inconciente, el dolor corporal le hacía llorar, no lo podía soportar y además de escurrimiento nasal y ojos llorosos.

Kakashi estaba muy preocupado por la condición de su niño, él se quedó en vela cuidando lo. Sakura lo ayudaba en cosas básicas, Sasuke le ayudó en preparar una sopa que era lo único que podían hacer de comer.

Obito y sus hombres se turnaban para vigilar la zona de día y de noche, no se habían metido en ese asunto, hasta una tarde en que el líder decidió saber de la condición del pequeño y, desde ahí todo se fue al carajo.

______

Dos días atrás...

Lo primero que vió al entrar a la habitación fue al Hatake cambiando unas vendas las cuales tenían algo de sangre. Se extrañó, ya que no recordaba que ninguno de ellos saliera lastimado de gravedad.

Entonces ¿Por qué ese niño tenía sangre?
Su expresión cambió al cruzarle una idea.

Cerró la puerta asustando al Hatake el cuál quería tratar de cubrir la herida, pero le fue imposible porque el azabache lo tomó de su muñeca y apartó bruscamente, ocasionando que cayera al suelo.

Kakashi vió horrorizado como el líder de Akatsuki veía con seriedad esa herida.
Tembló cuando su mirada se posó sobre él, le daba miedo que en sus ojos no hubiera emoción alguna. Asustado se incorporó para poder explicar le.

-T-te lo puedo e-explicar- su voz se quebró temiendo lo que el Uchiha le pueda hacer a Naruto.

El silencio de Obito lo mataba lentamente su mirada era sombría, su mano derecha se dirigió a su arma alterando al Hatake, reaccionó rápido y se interpuso.

-No por favor no lo hagas- suplicó.

-¡Tiene una maldita mordida en el abdomen!- le replicó.

-¡Pero aún así no permitiré que le hagas daño!- gritó Kakashi, Naruto estaba casi inconciente por lo cual no despertaba.

Obito guardó silencio, pensando en los hechos.

-¡Prometí cuidar de estos niños con mi vida si era necesario! ¡¡Y ve me aquí, no sé si sobreviva, no sé si se convertirá en una de esas cosas!!- lágrimas caían por su rostro, el azabache solo podía mirarlo en silencio.
-¡¡Pero no dejaré que lo mates ahora!! ¡¡Me quedaré a su lado hasta saber que se pondrá bien!!- hasta él pensaba que eso era imposible, pero tenía una corazonada de que Naruto se pondrá mejor.

Ambos se miraron fijamente, uno amenazante y el otro recordando días anteriores.

Suspiró frustrado, cada día que avanzaban un nuevo problema surgía.
Pasó una mano por su nuca y tronó su cuello, estaba cansado.

-Déjame ver esa herida- trató de acercarse, pero Kakashi aún temeroso se lo impido.
-No le haré nada, solo quiero saber cuánto tiempo tiene esa mordida- finamente pudo pasar.

Revisó la mordida, dándose cuenta que llevaba casi una semana. Frunció el seño confundido.

"¿No debería haberse convertido ya? ¿Será que el contagio es más lento en los niños?" Pensó mientras pasaba un trapo húmedo sobre la herida, ya no salía sangre.

Sobreviviré por ti  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora