HOGAR 4

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HOGAR

CAPÍTULO 4

"Un rescate y un trato"

-NOOOO, AYUDA- Gritó Eda mientras caía en un pozo sin fondo.

-LUZ- Ahora era King quien era arrojado desde las alturas a un pozo negro.

-¡NO!- Luz veía desde la orilla de ese pozo como ambos caían hacia el abismo sin fin sin que ella pudiera hacer nada –Lo siento, lo siento- Ella lloraba desconsolada al ver que perdía a ambos –Siempre es lo mismo, siempre es lo mismo igual que con mis...- Luz se detuvo al ver una figura creciente detrás de ella, era como un gran demonio de sombras que tenía en la cima una máscara pegada de pedazos dorados y la observaba con ojos azules intensos y una boca que exhalaba llamas, ella gritó y se arrastró hacia atrás solo para quedar a la orilla del abismo.

-Cobarde, débil, desleal- La voz en llamas retumbó a su alrededor –Nunca vas a obtener lo que quieres, sería mejor que murieras- Una mano de sombra tomó a Luz y la alzó sobre la máscara que abrió sus fauces dejando ver ese mar de llamas.

-NO, POR FAVOR AUXILIO- Gritó ella pero la figura de sus sueños solo la soltó para engullirla de un solo bocado -¡NO!- Luz despertó de golpe en su cama del orfanato, un viejo colchón algo sucio y con resortes salidos, estaba sudando y con la respiración agitada, vio por la ventana que aún era de noche y se recostó sobre su percudida almohada tratando de conciliar de nuevo el sueño –Otra pesadilla, solo eso, solo una pesadilla más, vuelve a dormir Luz, todo va a estar bien- En realidad las cosas no estaban tan bien como Luz creía, habían pasado ya un mes, un mes completo desde que regresó de las islas y la misma pesadilla persistía.

Luz miró al techo por varios momentos y luego suspiró al no poder volver a dormirse, se dio vuelta en su cama de un lado a otro y cerró los ojos con fuerza para forzarse a dormir pero no funcionaba cada que lo hacía podía ver la escena de Eda y King siendo rodeados por los guardias del aquelarre del emperador hacia su perdición.

-Están bien, sí, sin duda lo están, Eda dijo que estarían bien, así que deben de estarlo porque, ella lo dijo, es la bruja más poderosa de las islas hirvientes por eso es que ella está bien- Luz volvió a recostarse mirando hacia el techo pensando más en ese lugar, había sido extraño y tenebroso sin duda, pero algunas partes, por ejemplo cuando escaparon de los guardias y estuvo volando en el bastón, tenía que admitirlo, nunca se había divertido tanto antes y eso la hizo reír un poco –Bueno, si están libres, digo, como están libres, no me molestaría visitarlos de nuevo...- Pensó ella con algo más de calma y por fin pudo dormir un poco.

A LA MAÑANA SIGUIENTE

-¿Seguro que no va a despertarse?- Una voz se escuchaba a manera de susurro en la habitación.

-No, descuida, solo entramos en silencio, tomamos su bolsa y la escondemos, así de simple es- Respondió otra voz igual hablando por lo bajo para no ser descubiertos.

-¿Qué?- Luz escuchó esas voces pero aún estaba muy dormida para notar a las dos figuras que se acercaban a su parte de la habitación y estiraban una mano por su bolsa.

-La tengo vamos- Dijo uno de ellos y se dieron la vuelta pero al hacerlo no se dieron cuenta de que la correa de la bolsa estaba enredada en un vaso el cual fue arrastrado para luego caer al suelo y hacer un escándalo siendo este un vaso de hierro y no de vidrio, el ruido de inmediato despertó a Luz de su sueño por completo.

-IDIOTA- Le gritó uno de esos chicos al otro.

-¿Pero qué?- Luz talló sus ojos y volteó para ver a los dos chicos que tomaban sus cosas –USTEDES- Dijo ella con fuerza al reconocer a los dos chicos abusivos de aquel día cuando ayudó a la otra huérfana para que dejaran de molestarla y terminó en una pelea con ellos que derivó en un castigo para todos.

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