*-*-*-TORRES CAÍDAS-*-*-*
Estamos en 1559 una época en la que las mujeres no tienen voz ni voto.
Pero este no era el caso de la reina Laima McWant, una reina muy capaz de llevar el mandato de su pueblo. Según los caballeros y las damas de compañía que tenía bajo su mandato era muy bella, tan bella que desafiaba a la belleza de los mismos ángeles.
Sin embargo, lo que más la destacaba era que poseía un gran conocimiento y capacidad de supervivencia y autosuficiencia.
Sin embargo, ¿Por qué lo era? Esa es la historia que te vengo a contar, todo se remonta a cuando ella tenía 12 años y cuando sus padres estaban con vida.
Laima era la hija de un caballero de alto rango y su madre era una ama de casa la cual mimaba y amaba mucho a su hija y su gemelo Lukha el cual, pues era su gemelo, Laima al ser hija de un caballero aprendió a cazar, a blandir la espada, a pescar y a establecerse en cualquier lugar.
El sitio donde se creció era todo lo soñado para cualquier niño de su época, tenía una laguna la cual era muy bella y más en los amaneceres y atardeceres, imagínense el agua clara, en calma y la brisa soplando sutilmente, los colores del cielo haciendo su aparición y haciéndolo lucir más bella de lo que ya era, en el lago había peses y una que otra rana.
En cuestión del pueblo había muchos habitantes y todos se ayudaban entre sí, había muchas huertas, ya que este era un pueblo muy bien abastecido en recursos, los habitantes eran algunos muy amables y otros muy reservados y callados.
En cuestión a la seguridad había 4 torres, una en él note, otra en el sur, este y oeste, estas torres no tenían nada en especial más que eran la causa de poder sobrevivir a los ataques de los enemigos de otras tribus, en cada una se establecían 4 caballeros vigías que cuidaban celosamente a los habitantes que eran parte de este pueblo, los cuales se dedicaban a la labranza del campo y a la elaboración de telas finas y hermosas con la lana que producían sus ovejas, en conclusión eran personas muy laboriosas.
Así transcurrían los tiempos en sana paz y comerciando sus productos con otras comarcas quienes en cierta forma envidiaban su organización y su cultura.
Hasta que un día y en complicidad de la oscuridad de la noche un grupo de saqueadores burlando la seguridad del pueblo irrumpieron con violencia el pueblo, saqueando y quemando casi todo el poblado y todo a su paso, tomando como rehenes a hombres, mujeres y niños para esclavizarlos, no sin antes destruir las torres de vigilancia las cuales de poco y nada sirvieron contra la ferocidad de los asaltantes.
En medio de todo este desorden y trifulca Laima logra escabullirse hasta el fondo de la vivienda de sus padres donde existía una pequeña bodega incrustada en la roca y logra esconderse dentro de una gran olla de barro, la que le sirvió de escondite por varias horas, presa de pánico y terror nuestra pequeña heroína se durmió después de mucho llorar en silencio.
A la mañana siguiente y con los primeros rayos de luz de la mañana escapo de su escondite y subiéndose a una pequeña parte de la torre previamente destruida pudo contemplar la profunda devastación y horror provocado por los malhechores, casa humeantes y destruidas, cultivos quemados, animales muertos, de pronto a lo lejos escucho un pequeño y tenue gemido de un perrito, de la casa de una vecina que entre carbones y humo trataba de sobrevivir.
Se echó a correr en esa dirección con toda su fuerza y tomándole entre sus brazos corrió con desesperación y a todo lo que daba su cuerpo hacia la laguna donde sumergió al canino para quitar todo el hollín que cubría su hermoso y sedoso pelaje.
Luego de haber limpiado al pequeño canino se retiraron del lago hacia lo que sería su casa por el resto del tiempo, al llegar a la bodega en la que con anterioridad había sido su escondite el cual en adelante sería su vivienda fue a revisar los escombros de la casa de sus padres, analizando la situación en la que se encontraba fue hacia lo que era la cocina en la que la mayoría de las cosas estaban por los suelos.
ESTÁS LEYENDO
Torres caídas
ActionEstamos en 1559 una época en la que las mujeres no tienen voz ni voto. Pero este no era el caso de la reina Laima McWant, una reina muy capaz de llevar el mandato de su pueblo. Según los caballeros y las damas de compañía que tenía bajo su mandato e...