Tap tap tap ―El sonido de múltiples teclados proveniente de todas las direcciones, invade el ambiente.
Qué semana para más agotadora...
Dentro del ruido invasivo, suspiro mientras apoyo mi cabeza en mi mano. El escritorio donde estoy trabajando es tan pequeño que con con suerte caben el monitor y mi café.
Sí me gusta mucho el café, sospecho que me hubiesen despedido del trabajo muchas veces por quedarme dormido si no tuviese ese elixir industrial... aunque admito que este estilo de vida últimamente no me está ayudando mucho.
Cada vez me siento más estresado y eso se ve reflejado en mi apariencia, he descuidado tanto mi querido cabello... (depende del color y estilo). De hecho hoy en la mañana al verme al espejo, me sorprendió ver que me estaban empezando a salir ojeras, así que intenté ocultarlo con un poco de maquillaje, lástima que me demoré tanto que terminé llegando tarde el trabajo y mi jefe me regañó.«¡¡Qué jefe más pesado...!!»
Se me escapó en voz alta.
De repente la sala se quedó en silencio y un sudor frío recorrió mi cuerpo. Podía sentir como todos se habían volteado en mi dirección, pero no me miraban a mi exactamente... Tragué saliva y cual héroe legendario, me armé de valor para voltear mi mirada.
Allí estaba él, mi jefe.
«¿Quién es ese "jefe pesado" del que hablas Eunwoo...?»
Me preguntó con un tono serio.
«……»
No sabía qué hacer, la había liado muchísimo.
Mi jefe, que se llama Wook por cierto, es el típico personaje guapo salido de una historia de fantasía yankee: Alto, corpulento, con un pelo perfecto y con unos hermosos ojos (...) que en ese momento daban miedo y no paraban de apuntarme fijamente.
Por más desagrado que me cause, este sujeto es mi jefe y ya había sido regañado una vez este mismo día por él, tenía que hacer algo.«N-no es lo que piensa señor, en realidad yo...»
Antes que pudiera siquiera terminar la frase, me cortó diciendo: «Mira... la verdad no tengo tiempo para esto, hoy llega el nuevo inventario y tengo mucho por hacer, así que tendrás que venir mañana más temprano y ayudarme a comprobar que hayan llegado todos los paquetes mientras yo hago el papeleo»
Se volteó entonces y se dirigió a su oficina.
«Pe-pero señor mañana yo...»
Tan rápido como apareció detrás mio, se dio la vuelta. «...Pasó algo?». Me preguntó con una sonrisa propia del mismísimo demonio (o al menos eso me pareció a mi).
«No... nada señor Wook, muchas gracias por su esfuerzo».
(...en progreso...)