El chico de ojos esmeralda hacía cada día
las mismas cosas. Vivía en una monotonía que trataba de ignorar saturando su intelecto hasta el punto de generar un insomnio que no lo dejaba dormir; pero su vida quizás no era tan vacía como parecía, solo que este hombrecito no estaba consciente de ello.
¿Que buscaba aquel Joven?
¿Por que cerraba sus ojos, escondidos en lagrimas, buscando socorro de alguien que no se encontraba?
Paul solía ser conocido por su talento en componer y por nacer en una "cuna de plata" pero aún así, nadie sabía que era de él cuando no se encontraba estudiando o sentado frente a un piano, podías buscar hasta el fin del mundo, pero simplemente nunca se encontraba alguna mínima información de su procedencia.
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- Lavender - Capítulo 1 - Iridiscencia
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Un comedor lleno de voces de odio se saturaba de pubertos reuniéndose en grupos, por alguna razón clasificándose como los estereotipos de grupos en las películas, era un poco estupido presenciar como literalmente aquellos que estudiaban a todas horas eran literalmente unos boludos con lentes y espinillas,¿acaso todos los estudiosos eran miopes? Pequeñas preguntas que recorrían la mente de Paul
Pero su mirada se desvió al ver como por primera vez después de bastante tiempo en alguien se le acercaba
—HOLAA— dijo una joven de apariencia bastante resaltante, considerando su cabello rubio y sus bellos ojos celestes, era una chica que al menos llamaría la atención de cualquier persona común.
—que quieres?- respondió el pelirrojo con un tono serio, tan molesto como si odiará a la rubia.
—es mi primera vez en este lugar, ¿podrías ayudarme con todo esto de los sitios en el instituto? La verdad te ves como un chico muy analista, así que puedo suponer que te ubicas bien—dijo la joven achinando sus ojos y sonriendo con amabilidad. La actitud de la rubia generó un tipo de sutil brillo en las pupilas del pelirrojo, pero este aún mantenía su postura amenazante.
—Supongo que quizás pueda ayudarte, aunque no hay mucho que decir, este es el comedor, más allá están los laboratorios, al lado de ellos están las salas correspondientes a cada una de las materias, hacia la izquierda de los laboratorios esta el patio y junto a él las canchas y piscina.— explicó el pelirrojo mientras señalaba las direcciones; para luego ponerse de pie y sonreírle a la rubia de reojo, como un tipo de mueca de despedida.
—ADIOSS!! GRACIAS POR LA AYUDA!—exclamó la chica.
A esta le había llamado la atención la extravagante apariencia del joven, su presencia era como sí hablara con un ángel, su cabello era ondulado y producía un olor muy agradable,el cual nunca había sentido. La rubia podía perderse horas y horas en la mirada del joven, este era tan bello , pero de una extraña forma.La Joven tenia una sensación de que nunca volvería a encontrarse con aquel chico el cual se alejaba de su vista lentamente, pero antes de salir del comedor los ojos del pelirrojo se posaron en ella, estos producían un tipo de bella iridiscencia la cual era bastante hipnotizante de ver, como si estos no tuvieran un color definido, simplemente analizaban.
Después de esto finalmente el pelirrojo desapareció de la vista de la chica, pero está se mantuvo en la misma posición en la que estaba por unos diez minutos; algo le decía que ese momento iba a ser un momento bastante significativo por el resto de sus días, y así sería.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
El capítulo fue cortito pero es q lo hice rápido y me estaba durmiendo mientras lo hacía, mil disculpas :'v