Las escondidas

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-Tienes 15 segundos para esconderte, ¡Después te buscaré!

Mi primo empezó a contar mientras me apresuraba a buscar un sitio donde ocultarme, suelo ser muy mala en este juego pero aún así me divierto bastante, cada domingo con la visita semanal de mis tíos y mi primo, nos la pasamos jugando.
Finalmente decidí meterme en el armario y ponerme tanta ropa encima como pudiera, pero no pasaron ni 30 segundos cuando Francisco me encontró

-¡Aquí estás!

Gritó entusiasmado entre risas, ambos podíamos pasar horas jugando.
A mis padres no parece agradarles Francisco, siempre me repiten lo mismo "Aide, no deberías hablar tanto con tu primo es muy mala influencia para ti", "Aide, a tus 9 años no deberías juntarte con personas de 14", "Aide, cuídate de no andar como el en las calles todo el día".

Estoy harta.

-Tienes 15 segundos para esconderte, ¡Después te buscaré!

Era la frase que más esperaba escuchar en la semana, siempre espero con ansias que llegue el domingo para poder jugar toda la tarde.
Hoy fue algo diferente, Francisco me dijo que podríamos jugar toda la noche, me emocioné tanto que grité, pero justo después me pregunte por qué jugariamos, si siempre, llegadas las 9 pm mis tíos se iban a casa.

-Hoy tu primo se quedará en casa.

Dijo mi madre con disgusto y desviando la mirada, al preguntarle por qué solo respondió:

-Tu tia Marlene y tu tío Cesar irán a un viaje de negocios y no pueden dejar solo a tu primo en su casa, así que estará aquí unos días.

Me emocioné mucho por pensar en lo mucho que podríamos jugar, no entiendo por qué Francisco no le agrada a mis padres, es un primo muy amable y gracioso, me cuentan que se la pasa saliendo con amigos pero eso no me parece algo malo.

-Mis padres se fueron de vacaciones, pero no me quisieron llevar por qué reprobé varios exámenes en la escuela.

Solo podía pensar en el miedo que me daba seguir estudiando, ¡Suena tan difícil! Seguramente también reprobare algunas cosas.

El primer día de Francisco en mi casa, mi madre me sirvió el desayuno, hotcakes con miel de Maple, licuado de fresa y una bola de helado, mientras que a mi primo le dió un plato de arroz frío y un vaso de agua, pensé en reclamar pero cuando estaba a punto de alzar la voz, Francisco me agarró el brazo y con una dulce sonrisa me calmó.
Mi madre ponía a Francisco a hacer todos los quehaceres de la casa, y no me dejaba jugar con él.

-Ni creas que te acercaras a Aide, con lo vago e irresponsable que eres.

Al tercer día una llamada sonó en el teléfono, ví a mi madre responder y de la nada quebrarse en llanto, muchas cosas pasaron tan rápido que lo siguiente que recuerdo es estar en el cementerio, frente a mi, las lápidas de mis tíos, según me dijo Francisco, asaltaron un lugar donde ellos estaban y lamentablemente les dispararon.
No me sentía realmente triste, ya que no convivía mucho con ellos, pero si me puse mal al pensar en mi primo.
Mi madre no tuvo más remedio que aceptarlo en casa, pero los tratos no cesaron, lo obligaron a dejar la escuela para ponerse a trabajar, al llegar a casa me quitaban todo el dinero y le daban comida fría y un vaso de agua.
Cuando podía, robaba un poco de helado y se lo daba en su habitación a escondidas.

-Oye Aide, ¿Quieres esperar un poco más noche cuando tus padres estén dormidos para jugar a las escondidas?

Solo asentí con la cabeza, y llegadas las 12 pm comenzamos el juego.

-Tienes 15 segundos para esconderte ¡Después te buscaré!

Extrañaba esa frase, así que busque el mejor escondite que pudiera buscar para que el juego durará más tiempo, pero sin éxito, ya que Francisco me encontró a los pocos minutos.

Con el paso de los meses mi madre cada vez es más estricto con él, ha llegó incluso a golpearlo, y mi padre en lugar de decirle algo a mi madre, la ayuda con los maltratos.

-Gracias por preocuparte Aide, pero no temas, no pasa nada, es lo que me tocó vivir, así que no te preocupes ¿Si?

Cada vez sentía a Francisco más débil, menos gracioso y con menos energía de lo habitual, cada vez más frío conmigo y con todo.

Han pasado ya algunos años, tengo 13 años recién cumplidos y los maltratos hacia mi primo solo han empeorado.
Cada vez lo veo menos motivado y menos... Cómo decirlo... Menos Francisco.

Ayer hablé con el, tuve una plática algo larga, pero pareciera que era alguien diferente, no sé quién está durmiendo en esa habitación, en mi casa, pero él, ya no es el Francisco que conocía.
Lo último que me dijo ayer fue que mañana cuando yo llegue de la escuela me tenía una sorpresa.

Estoy muy nerviosa, justo me da la sorpresa un viernes, cuando más tarde salgo de clases, ya está incluso oscureciendo y faltan 15 minutos para llegar a mi casa.
Al ver mi puerta desde unas casas a lo lejos, me di cuenta de que las luces estaban completamente apagadas, lo cual es extraño, y al entrar a mi casa piso algo espeso.
Es sangre.
Prendo la luz de la sala principal y veo los 2 cuerpos de mis padres sin vida, y antes de poder darme la vuelta, Francisco está detrás de mi, puedo ver de reojo que tiene un cuchillo manchado de sangre en la mano.

-Tienes 15 segundos para esconderte, ¡Después te buscaré!

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2022 ⏰

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