𝐍𝐨𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐄𝐥𝐬𝐞 𝐌𝐚𝐭𝐭𝐞𝐫𝐬 ★ T. S.

01

Young Adult Friction Era
1er Encuentro
Real life
🗓 2010

El foco de la habitación parpadeaba constantemente, y toda la habitación era de dudosa higiene, sin embargo tampoco reprochó por eso. Llevaba casi dos semanas en ese hotel que podía permitirse pagar en New York, la disquera con la que probablemente firmaría se negó a pagar por su residencia o alimentación con la excusa de que ya habían hecho demasiado por ella, siendo una novata con la que aun no se decidían completamente si invertir.

Pero Nana solo se mantuvo firme a su creencia sobre ser exitosa y reconocible para todos sin importar lo que tenga que hacer (a excepción de cambiar su estilo musical), para eso, uno de sus movimientos con los que iniciaría era asistir a ese festival y hacer una jodida presentación de la que todos conocerán como el inicio de su auge. Tal vez pareciera exagerado, pero era persistente en querer cambiar algo de mundo o quizá solo de ella misma.

Con su falsa esperanza de ser alguien en la industria musical y poder poner un palo en la historia, había abandonado Osako, después de pasar por una empresa de J-pop y una banda de Indie-rock era su último salto de fe antes de dejar ese sueño atrás y conseguir un trabajo en un Call Center en Japón para no solo subsistir, si no para poder pagar a su familia todo el dinero que le habían prestado.

Y no sabía qué hacer después de eso. Con tan solo 19 años a veces lo único que esperaba era morir joven, siendo exitosa o no, no tenía metas o un plan B, no se veía terminado la universidad o trabajando de su oficio, casada o teniendo hijos. La idea del futuro la abrumaba y tenía miedo de crecer, de tener que hacerse cargo de sus responsabilidades; así la idea vino a su cabeza. Rápidamente empezó a escribir sobre las hojas de su importante y gastada libreta.

"Ya no soy un niño y todo ha cambiado, no hay nada en mi corazón y hay un rayo en mi cerebro"

Lo recitó en voz alta, estando convencida de lo que acababa de crear, inhaló el humo de su cigarrillo y dejó caer las cenizas, aferrada a lo poco que quedaba.

Rodando entre sus sábanas, con ideas atormentando su mente, se dirigió hacia el balcón. Las lágrimas comenzaron a empapar sus rosadas mejillas, su respiración comenzaba a hacerse pesada y la ropa la incomodaba, mil formas de como terminar con su sufrimiento salían de su boca, pero su cuerpo estaba estático.

Duró horas, el sueño la inundó y el frío la abrigó hasta la mañana siguiente. El 24 de noviembre tenía una presentación como telonera de una banda en un concierto Indie.

──¡Arriba! ¿Por qué no abres la maldita puerta de una vez? ──Demandó furiosamente una voz masculina

Nana débilmente se levantó del balcón y abrió la puerta.

──¡¿Sabes cuánto tiempo llevamos esperándote?! Y ni siquiera estás arreglada. Tienes 5 minutos, te esperamos en el lobby.

Mientras daba la vuelta pudo escuchar un susurro, "Maldita zorra" y su instinto amenazaba en detenerlo y regresarle todos los insultos que podía formular pero su cabeza pensaba que si respondía fácilmente podía deshacerse de ella.

Sin perder más tiempo, tomó la ropa que ya tenía preparada e hizo su característico maquillaje oscuro. Fue a la planta baja escuchando su música favorita para sentirse empoderada, sin dirigir una mirada, se subió al auto y repasó todos los acordes de guitarra que su canción requería.

Cuando llegó, notó cómo el público estaba eufórico y ansioso de ver a la banda en concierto, eso comenzaba a presionarla por no poder cumplir con las expectativas, pero ya no había vuelta atrás, se armó de valentía y caminó hacia donde el escenario la espera junto a los espectadores que aclaman, mientras la adrenalina corría por todo su ser, los nervios y el miedo desaparecen como palomas de los trucos de magia. Estaba lista para emprender un viaje y olvidar todo lo que la atormentaba desde hace años.

Entre toda esa gente que de apenas conocerla se quedaron fascinados estaba esa linda rubia y su novio fanático de la banda.

──Jamás la había escuchado, pero es buena.

──Si, lo es.

El tiempo corría y ella solo pensaba en sobresalir, terminando su corta presentación con una pequeña frase de agradecimiento, dejando el escenario libre para la banda que se encontraba dando una última afinación a sus instrumentos.

──Bien, lo hiciste bien.

──Lo hice mejor que bien.

──Con esa soberbia no llegaras a ningún lado y lo sabes perfectamente.

Ella se dejó doblegar por él, cuestionándose si lo que decía era verdad y de pronto sintiéndose insegura  sobre su talento, o más bien, su personalidad.

──¡Taylor Swift y Jake Gyllenhaal están en la fila ¨B¨ ! ──Alguien del staff entró vociferando.

Ese fue el principio de su conocimiento mutuo, al finalizar el concierto los invitaron a conocer a los miembros de la banda, todas las personas trataban de ser hospitalarios con ellos, llevándose toda la atención, Nana no pudo evitar sentirse incomoda, como si sobrara en ese lugar y sin esperar un minuto más salió a tomar un respiro.

──¿Cuál es tu nombre?

Era ella, no solo en su voz creativa, sino en su propia personalidad, dulce y serena. No pudo evitar sorprenderse.

── No soy alguien que merezcas conocer

──Bueno, pues... creo que tu musica si es algo que merezca conocer, cuénteme sobre ella ──A la rubia le sorprendió su respuesta, pero volvió a hablar con el fin de poder conocerla ente ese misterio y dolor opresivo en el que a leguas se notaba que estaba sumergida.

Nana tampoco esperaba la insistencia que la misma Taylor Swift podría mostrar en alguien como ella, inevitablemente se puso nerviosa y tímida.

──Creo que... la canción es de mis obras más solidas y personales, cobró vida a principios y mediados del año pasado ──Nana comentó suavemente, ella no era alguien que hablara sobre la interpretación de sus canciones, le daba vergüenza esa parte sensible de ella misma──, ¿Por qué muestras interés en la canción?

──Creo que tienes talento.