EL VIAJERO DEL TIEMPO - KTH&JJK

Intro

Daegu .

30 de diciembre de 2001. 

La nieve es fría.

Y Taehyung es necio. El frío le cala en los huesos y de pronto salir de casa no parece la mejor de las opciones, pero es demasiado obstinado como para dar marcha atrás, así que golpea la nieve bajo sus pies porque el día no parece estar yendo como lo ha planeado.

Su casa se alza a unos buenos metros de distancia y la iluminación le deja ver un poquito de lo que adentro sucede. Su hermano parece ser el centro de atención y eso le hace hervir la sangre porque incluso el día de su cumpleaños su hermano se las ha arreglado para ser el protagonista de la historia de su vida.

No debería de sentirse mal, Taehyung se consuela a sí mismo, entiende que es el hermano del medio. No es ni el más grande. Ni el más pequeño. No es el que necesita ser arropado, aunque así lo quisiera. No es el que recibe la porción más grande de postre. No es el que escucha un cuento para dormir. No es nada.

Taehyung no espera que sus padres celebren sus primeros pasos, o una reunión en su honor por ser el presidente de la generación en la primaria, pero al menos espera que sus padres le presten atención cuando toca su pieza favorita en el piano de la sala.

No es vanidoso como Namjoon. Ni engreído como Sejeong. Taehyung sólo quiere un beso de buenas noches y unas amables manos que le acaricien por un breve instante para sentirse seguro y poder cerrar los ojos para caer en un sueño profundo.

Taehyung tiene seis años y no puede pedir ser arropado porque 'los niños grandes no hacen eso'. Ha crecido como una sombra. Comparado. Namjoon disfrutó de sus padres dos años hasta que Taehyung nació y es una cadena porque dos años después nació Sejeong.

Ocho. Seis. Cuatro.

Ha llegado a la conclusión de que su hermano no tiene nada de especial. Es un estudiante destacado, pero él también lo es. Taehyung sabe tocar el piano y Namjoon sólo sabe destruir cosas. La especialidad de su hermano es ser una molestia.

La nariz le arde por el intenso frío del exterior, así que se abriga como puede con su chalina y jala las mangas de su suéter porque ha salido tan sigilosamente que incluso se ha olvidado el abrigo en el perchero.

Deja atrás la reja de su patio trasero y los árboles en el sendero parecen lucir imponentes mientras se adentra al pequeño bosque de su propiedad, pero más puede su molestía, así que olvida por un momento que es del tipo de niños que se asusta por todo, duerme con la luz prendida e imagina formas terroríficas en la oscuridad cuando la luz apenas se cuela por la habitación. En cambio, piensa en cosas bonitas, por ejemplo, las tardes en la casa de su abuelo, en su colección de postales y el chocolate de su abuela.

Mira una última vez su iluminada casa, los vehículos de sus invitados y es increíble que ni sus primos notaran su ausencia. Camina un poco y encuentra los muñecos de nieve que estaba haciendo esa misma tarde con sus primos y no duda en patear el de Namjoon, acabando por desmoronarse en sus pies.

Las mejillas se le congelan al cabo de unos minutos cuando detiene su llanto y comienza a caminar en dirección al lago en el que suele jugar con su velero en verano. La luna se pone sobre su cabeza y el brillo de esta es un atenuante a su temor a la oscuridad.

Una rama rompiéndose lo hace saltar en su sitio, y una voz lo hace congelarse entero.

"Maldición"

Para un niño que no puede ponerse de pie luego de que la luz se apaga. Qué no puede deslizarse por ninguna especie de tobogán, cerrar los ojos y fingir ignorancia es lo mejor. Si no lo ve, entonces no es real.