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La brisa fresca de la noche se sentía ya en Liyue y lo único que alumbraba eran las estrellas y la luna llena.
En aquella posada del pantano dihua se encontraba un adeptus listo para empezar su tarea de hace miles de años, exterminar a todos monstruos y demonios que se encontraran en su camino. Salto de aquel techo encontrando asi su primer objetivo, unos hilichurls infectados por su deuda karmica y así continúo su noche de trabajo para el.
Las altas horas de la noche llegaron, el portador de la máscara estaba cansado, había llegado a la llanura Guili ahí encontró a un campamento grande de Hilichurls y un lawrachurt acorazado infectados por su karma.
Dispuesto a terminar con ellos se lanzó a la pelea y poco tiempo después logró acabar con todo el campamento pero algo no estaba bien las voces que lo atormentaban se hacían cada vez más y más fuertes junto con el aura negra que salia de todo su cuerpo, estaba perdiendo el control de si mismo, cayó de rodillas poniendo sus manos en su cabeza intentado controlarse.
Unas pequeñas esferas brillantes de color amarillo empezaron a acariciar el largo pasto seco del la llanura haciendo sonar una linda melodía, poco a poco se tranquilizó y alzó la mirada para ver aquel lindo escenario que se formó a su alrededor y así como apareció se esfumó dejando a un confundido Yaksha que optó por regresar a la posada y descansar un poco en el techo de todas maneras no estaba en condiciones para pelear.
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Los rayos del sol empezaban a asomarse por el mar poco a poco todo Liyue estaba empezando a tomar vida los comerciantes poniendo sus puestos y los barcos llegando a desembarcar los productos exportados de otras naciones. Aquel hombre de traje elegante se paseaba observando con detenimiento cada uno de los puestos hasta que algo llamo su atención, era un puesto que vendía joyas.
—Adelante buen hombre no dude en preguntar por lo que más le agrade— menciono una voz atrás del puesto
Su mirada rápidamente se poso en cuatro broches, eran unas flores y cada pétalo era de cor lapiz o jade noctilucoso, al final se decidió por uno solo
