Stars.

2

"Un día cuando esta alegría se termine
quédate
oye
quédate a mi lado."

Jimin no podía, no podía con todo lo que estaba pasando. Aquella tarde YeonJun había entrado en un estado de pánico que nadie pudo descifrar el por que, YeonJun no podía decir tan siquiera una mínima palabra, por más que intentaba hablar este no podía hacerlo y terminó guiándolos hasta donde había sucedido todo, TaeHyung.

Su otra mitad.

Allí estaba tirado en el asfalto. El charco de sangre se veía disipado por culpa de la lluvia que lo hacía correr por toda la calle. Jimin recuerda poco de ese momento, solo que al poco ya estaban en el hospital y a nada de tiempo, ya le habían dicho el diagnóstico de su esposo, de su amor, de su vida.

Había fallecido.

Desde entonces él...no había subido cabeza, lloraba todas las noches mientras escuchaba sus audios, donde escuchaba su voz, su risa, su llanto, donde podía sentir su calidez abrazándole, mimándole, donde podía sentir como le acariciaba el pelo mientras le decía que todo estaba bien, que él en algún momento volvería y donde estaban en su felicidad.

La canción de friends sonaba mientras cantaba las partes de su ahora difunto marido para luego escuchar en llanto las tomas falsas que tenían grabadas. Millones de fotos que tenían juntos le hacía volver al pasado en ese momento, sintiéndose feliz otra vez, como si volvieran a estar juntos, TaeHyung seguía allí. 

Hasta que de nuevo, volvía a estar en el momento, la soledad de su casa era tan agobiante que de nuevo, volvía a llorar, aun que si, no habían ya lágrimas después de todo lo llorado, pero aun así ese sentimiento de vacío, de soledad, de frío, seguía allí, juntándose cada vez más a su piel y no dejándole vivir.

Quería morir.

—Jimin...estoy aquí.— Abrió sus ojos con pereza, no queriendo existir cuando la voz de YeonJun sonó y al poco también la de su prometido, lo cual solo le hizo reír por insuficiencia, ellos dos si se encontraban juntos, pero él no, él no tenía a su esposo en ese momento, no tenía su razón de ser ni su infinita felicidad.

Miró la hora antes de acostarse en su cama, solo era cuestión de tiempo para que eso hiciera efecto, y la puerta estaba cerrada con llave y con un armario detrás para que nadie pudiera pasar. Se había tomado todas las pastillas posibles, quería morir intoxicado, daba igual que fuera doloroso o no, él estaría allí con su amado.

No le importaba el dolor de sus amigos con tal de poder él ser feliz con TaeHyung.

No le importaba que YeonJun después de eso le costara levantar cabeza de perder a quienes fueron unos padres para él.

Ambos estaban juntos.

Ambos volvieron a su felicidad.