Sería la primera vez

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Honoka: Con permiso.

Mei cerró la puerta del apartamento cuando Honoka ingresó, guiándola después con un ademán hacia el final del pasillo

Mei: Ya volví!.

El silencio permaneció en el lugar, por lo que Honoka sonrió un tanto nerviosa hacia Mei

Honoka: Creo que nadie más está en casa.

Mei asintió con cierto desánimo

Mei: Mi madre está trabajando en un lugar retirado, a veces llega cerca de la media noche, y Yuzu... Bueno, Yuzu últimamente se la pasa con su mejor amiga.

Sin darse cuenta, Mei había dejado escapar una lágrima, pero la misma desapareció cuando el pulgar de Honoka le acarició la mejilla, recibiendo su cálida sonrisa cuando volvió a mirarla

Honoka: Lo siento mucho, Mei... Pero no te preocupes... Esta noche no estarás sola. Yo estoy aquí contigo.

Mei no pudo evitar algunas lágrimas más, pero igualmente sonrió enternecida, posando su mano sobre la que Honoka aún tenía en su mejilla

Mei: Muchas gracias, Honoka.

(Actualidad)

Mei: No creí que eso nos traería a esto...

Honoka enjuagó cuidadosamente la cabeza de Mei mientras estaba sentada tras de ella en la bañera

Honoka: Ya está... Ahora solo relájate...

Mei se ruborizó violentamente cuando Honoka la atrajo hacia su cuerpo, abrazándola cálidamente por la cintura mientras le posaba el mentón en un hombro

Honoka: Descuida, Mei... Todo estará bien.

Mei tragó pesado, pero decidió simplemente cerrar los ojos mientras se relajaba, disfrutando de la calidez que Honoka le proporcionaba en ese abrazo

Mei: ¿Realmente no pensará en esas cosas?... Tan solo dijo que se bañaría conmigo para ayudarme a relajarme... Obviamente también para que no me sienta triste. Supongo que sabe que mientras estás en la bañera, muchos pensamientos te llegan a la cabeza, y no era buena idea dejarme sola en este momento... Aunque yo estoy acostumbrada, pero... supongo que es lo que mencionó antes, que estaría para mí en cualquier momento e intentaría ayudarme con mucho gusto...

Mei estrechó las manos de Honoka en su abdomen, acurrucándose un poco más contra ella

Mei: ¿Realmente no tiene pensamientos lascivos y por eso pudo desnudarse como si nada y bañarse conmigo?... ¿o a pesar de eso lo hizo porque para ella es más importante ayudarme?... Agh... De todas formas estoy pensando de más, pero al menos no es en cosas tristes...

Mei dio una risita

Mei: Al menos eso creo.

Honoka: ¿Qué sucede, Mei?.

Mei: Nada... De pronto me dieron ganas de reír.

Honoka: Qué miedo.

Honoka rió ligeramente, estrechando un tanto más a la ojipúrpura

"Blackbird, cantando en la muerte de la noche
Toma estas alas rotas y aprende a volar

Toda tu vida... solo esperabas este momento para elevarte

Blackbird, cantando en la muerte de la noche
Toma estos ojos hundidos y aprende a ver

Toda tu vida... solo esperabas este momento para ser libre

FragariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora