Unico★

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Era una noche muy tranquila, estrellas en el cielo oscuro, la luna reluciente y un clima espectacular, ni muy frio, ni muy caliente, simplemente perfecto. Estaban sentados en el puente de aquel proclamado científico, viendo el hermoso lago que tenían allí.

- Oye, Juan. - llama el chico de bata blanca, con el fin de llamar la atención del hechicero, siendo esto logrado. –

¿Qué pasa, Zorman? – pregunta mientras gira su vista hacia el contrario. –

Em, te quería preguntar una cosa. – dice mientras dirige su vista hacia sus manos, las cuales estaban siendo movidas de un lado a otro, demostrando sus nervios. –

El hechicero mueve su cabeza en señal de que podía seguir lo que quería preguntar.

Bueno, quería preguntarte, si... - hace una pequeña pausa mientras se para, para luego seguir - ¿Te gustaría bailar conmigo? – le pregunta mientras le extiende la mano. –

Hubo un silencio, no muy largo, pero lo suficiente para que el contrario pensara y procesara lo que acababa de pasar, y sobre la propuesta del chico. –

Em, bueno, yo... - dice con un tono de voz nervioso-

Vuelve a formarse un silencio un poco tenso, más para el científico, el cual tiene los nervios al cien, ¿Le diría que no? ¿Fue demasiado rápido? No lo sabe, pero tiene miedo de la respuesta que le dé el hechicero

Si me gustaría bailar contigo... - hace una pequeña pausa para dirigir su mirada al chico. – Zorman. – dice para luego sostener la mano del de bata blanca, lograr levantarse y estar a su misma altura. –

Una sonrisa sincera aparece en la cara del más alto, realmente había deseado este momento desde hace mucho tiempo. Parecería loco, pero este sueño se hizo presente desde el día en el que habían aterrizado en las tierras de aquel proclamado ¨Profeta¨, el dueño del pueblo verde y naranja. Nunca había anhelado tanto algo con tanta emoción en su vida, como lo es este baile con el chico.

Desde hace ya unos meses habían llegado a dicho lugar, ya hace unos meses desde que se enamoro del ¨Mago de cumpleaños¨, Dios, este chico lo hizo sentir cosas que, desde la muerte de su querida esposa, no había vivido nuevamente. Y pensar que el mismo chico fue el que se burló del fallecimiento de esta.

Sus días eran tristes sin él, amaba su compañía, amaba todo de él, para él, ante sus ojos, el Hechicero era perfecto, sin ningún defecto de por medio, era un ángel, el cual había caído en sus brazos, del cual se sentía responsable de proteger a toda costa de todo lo malo.

Vale, espérame aquí, iré a colocar la música. – le dijo, lo cual en mas bajo simplemente movió la cabeza en señal de aprobación.

Fue a poner la música desde una pequeña bocina que tenia en su laboratorio. Regreso al lugar donde estaba el hechicero, para después activar la bocina. En ella se reproducía ¨Perfec, de Ed Sheeran¨. Aquella canción era perfecta para este momento.

Se acerco lentamente al hechicero; cuando ya estuvo de nuevo junto al chico, lo miro directamente a los ojos, aun sin podre creer que lo había invitado a bailar, sin dudarlo, esta iba a hacer la mejor noche de su vida.

¿Bailamos? – le pregunto. –

Claro. – le respondió con una sonrisa nerviosa dibujada en su rostro. –

Al momento de recibir respuesta, con una mano lo sostuvo de la cadera, acercándolo mas a él, con la otra mano agarro una mano del mismo. El chico castaño dirigió su mano al cuello de este, mientras aun lo seguía viendo a los ojos, se podía apreciar un brillo en los ojos del chico, un poco de pelo suelto por su rostro, un pequeño sonrojo en sus mejillas.

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