La verdad dicha por labios nobles

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El me miro aun confundido y guardó silencio por unos minutos para después decir algo en un estado pensativo — Entonces hablaremos — le mire directo a los ojos y le regale una pequeña sonrisa entonces en un apuro dijo — Podrías por favor esperar, haré que limpien este lugar y me iré a dar un baño, tú podrás ir a comer algo o pasear por ahí, pero por favor ¡no te vayas! — el se acerco a mi y dijo gentilmente — Promete que no te iras — pase saliva algo temerosa y accedí .

—Lo prometo

Aguarde el tiempo necesario en otro gran salón donde  fui acompañada por Carlail, él me miraba de reojo algunas veces hasta que se atrevió a decir .

—¿Por qué vistes como una mucama ?

Yo reí como una chiquilla — Tenía que pasar por desapercibida — Carlail me inspeccionó nuevamente y fue cuando Dominick ya se encontraba listo y los tres regresamos a la habitación que ahora se encontraba limpia.

— Carlail ¿podrías dejarnos a solas ? — le pidió Dominick

—Si amo —entonces  Carlail salió haciendo una pequeña reverencia al príncipe; al quedar así solos los dos, el príncipe me miró fijamente de pies a cabeza, aunque esto podría sonar algo maleducado, su mirada solo irradiaba felicidad y asombro.

Mientras el me miraba con cara de estar frente a un ángel yo dije — Me gustaría tomar asiento— entonces el en un apuro dijo — Pero por supuesto...toma asiento — dijo señalando una silla de madera dorada .

El hijo del rey me miraba fijamente desde su asiento y comenzaba a jugar con sus dedos como un niño esperando la aprobación de su madre; entre abría sus labios para hablar pero los volvía a cerrar, se podía notar gran nerviosismo en su rostro.

— Caríen mostró mucha insistencia en que hablara con usted— dije desde mi asiento, entonces el hijo del rey levantó su rostro hacia mi

 — Caríen... si por supuesto — dijo pensativo, entonces el paso saliva y se acomodo en una postura suave y dijo —  Ha pasado tanto tiempo que creí que enserio nunca te volvería a ver.

Yo me quede pasmada por tal declaración que no moví ni un solo musculo y solo pude mirarlo a los ojos, para lo que yo dije —  Su alteza... ¿se refiere al mes que paso? — 

Entonces el me miro desconcertado y dijo— no, me refiero a los dos años que pasaron— Yo pase saliva y negué ligeramente con la cabeza — Su alteza ... deberá disculparme pero no logro comprender de lo que habla — entonces el me miro con extremada extrañez y entre abrió su labios como no creyendo lo que escuchaba 

—Dime Dominick por favor  y como no logras comprender si...  — entonces pauso y desde su asiento se recargó en uno de los brazos de la silla y se llevó su mano a su frente con suma preocupación y dijo en un tono muy bajo y triste —¿Pero que te han hecho?

Entonces yo baje mi mirada y no dije nada, escuche como el príncipe se levantaba de su asiento y se acercaba a mi, el me tomo del cuello y me miró fijamente, miraba cada detalle en mi como si buscara saber quién era yo.

— Eres tu, se que eres tu... pero sin memoria, no se que te hicieron— entonces yo baje mi mirada y una lagrima rodo por mi mejilla. 

El hincado ante mí comenzó a solar gotas doradas de sus preciosos ojos, levantó su mano y acarició mi rostro, yo pase saliva y le dije algo temerosa — ¿Acaso esas gotas doradas son lágrimas ? — el hizo una pequeña sonrisa y rió

 — En mi mundo los descendientes de Salazar lloramos oro — El bajo su mirada y añadió con la voz triste— Salazar fue el prim... — no lo deje terminar su oración, pase mi mano por su cuello, un movimiento realmente atrevido para el poco tiempo de conocernos y le di un cálido abrazo, así hinchándome también junto a él, a lo que Dominick quedó asombrado por el cálido abrazo que le di, no sabia por que lo había hecho, solo sentí esa inmensa necesidad de abrazar su cuerpo al mío, entonces él sutilmente se alejo de mi y dijo intrigado —Solo hay una forma— el príncipe no termino su frase, se dio la media vuelta y se dirigió a los ventanales y comenzó a recitar lo que parecía un poema—  Y hasta que la luz del sol toque nuestros joviales rostros y la luz de la luna nuestros cuerpos desnudos — entonces el príncipe se detuvo.

ALAS OSCURASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora