Han pasado cerca de 84 horas desde que mi no tan adorada conciencia se ha quedado perdida después de mi primer noche de tragos, primera del mes de Mayo.
Si te soy sincera, recuerdo cada cosa de la que ha pasado el jueves en la noche. Desde textearle a mi compañero a eso de la media noche para salir, hasta mi icónico bailecito de las tres de la mañana; la caminata hasta su casa y la risa ahogada durante la segunda ronda.
Es lunes y casi es medio día, y realmente me estoy haciendo la pendeja por no correr y llorar por todas las estupideces que hice el jueves.
Pero que más da, después de todo tengo 20 años y no sabría que hacer con mi conciencia si en resumen he hecho cosas peores...
El problema llegó cuando llegue a casa y mamá preguntó por el asqueroso olor a alcohol y cigarro sobre mi ropa.
-Sólo he tomado algo de refresco- aseguré.
-No quiero que te conviertas en una bebedora- respondió mi madre.
Siendo las seis y cuarto de la tarde del día viernes 1 de Mayo recibo un mensaje de Alex, mi adorado y comprometido compañero de trabajo.
-Tengo sed- le respondo a media carrera.
-Se le llama resaca- respondió inmediatamente
-Le agradezco mi primera resaca.
-Para cuando quieras cara tierna.
Después de sobrevivir la desconfianza de mi madre durante el fin de semana completo y el malestar que duro hasta el domingo no hubo nada más interesante hasta el día de hoy.
Hermoso y desastroso Lunes.
- Pero sabes como divertirte Diana- resumió el idiota de Alex.
Y obtuve toda la atención de mis tres compañeras de oficina.
Mire sobre mi hombro y respondí con la mas falsa de mis sonrisa.
-No realmente.
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Diario de una no tan inocente
RomanceEsta maldita palabra esta rondándome la cabeza y va a terminar por joderme este 2015. ¡Inocente mi, mi, Aish... Inocente mi trasero!