𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐒𝐜𝐞𝐧𝐭 [𝐋.𝐒]

𝐎𝟔

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Tres días después de la comida con las madres de Louis, Harry recibió un mensaje de su parte.

Hola Harry :)
Perdón si te molesto, pero mañana tengo examen de cálculo y en verdad necesito ayuda.

El rizado solo pudo sonreír como enamorado y respondió.

Hola Lou, claro que te ayudo.
¿Quieres que vaya a tu casa ahora?

Louis le respondió igual de rápido.

Si no es mucha molestia, si Harry, por favor.

Harry sonrió como estúpido.

De acuerdo, voy para allá :)

El alfa tomó su mochila, se arregló un poco su rizado cabello y salió de su habitación con dirección a la puerta de su casa.

—¿A dónde vas? —dijo Calum sentado en el sillón.

—Con un... amigo, lo voy a ayudar —el mayor se paró del sillón al escuchar eso.

—Voy contigo, ¿vas con el beta ese? —dijo Calum con mucho interés.

—Ahm no, no voy con Ashton —dijo Harry un poco confundido y evaluando a su primo con la mirada.

—Ah... entonces diviértete —dijo el mayor volviéndose a sentar y perdiendo el interés por completo.

— De acuerdo... nos vemos más tarde Cal —dijo Harry aún confundido por el comportamiento de su primo.

Salió de su casa aún pensando en eso.

¿Pasó algo cuando Ashton fue a dejar el videojuego?

¿Calum le hizo algo a Ashton o viceversa?

Diversas preguntas invadieron su cabeza hasta que llegó al hogar de la familia Tomlinson. En verdad era una casa muy linda y pintoresca.

Tocó el timbre y esperó a que le abrieran.

La puerta fue abierta y un Louis con una tímida sonrisa fue lo primero que Harry vió. También un dulce aroma lo invadió, era mucho más intenso de lo que Harry acostumbraba a oler.

Tal vez Louis por fin había dejado de sentirse inseguro sobre su esencia y estaba dejando de usar el inhibidor.

—Hola Lou —Harry le sonrió.

—Hola Harry, pasa —Louis se hizo a un lado y dejó pasar a Harry.

Los dos subieron hasta la habitación del menor donde estudiarían, Harry no veía por ningún lado a Elizabeth o a Jade. La casa estaba muy silenciosa.

—¿Y tus madres, Lou? —el mayor preguntó dejando su mochila en el piso y sentándose al lado de Louis frente al escritorio.

—Ah, salieron —dijo Louis sacando su cuaderno de cálculo— creo que a cenar con algunos amigos o algo así —el menor se encogió de hombros y sacó su lapiz.

—Ah... de acuerdo —dijo Harry tratando de quitar los pensamientos inapropiados que se estaban generando en su cabeza.

Estar en la habitación con el omega y sin nadie más en casa era una situación muy sencilla de pervertir.

—Empecemos por favor, Harry —dijo el menor viéndolo con una radiante sonrisa.

Harry se golpeó mentalmente al ver a su menor, ¿Cómo podía imaginar cosas pervertidas con ese chico que irradiaba ternura?

—Claro Louis, ¿en que tienes dudas?

—En todo Harry, soy muy malo para esto y ya olvidé todo lo que ví en las últimas dos semanas —dijo Louis haciendo un pequeño puchero.

Harry se derritió de ternura al verlo así.

—Entonces repasemos todo —dijo Harry tomando entre sus manos el cuaderno del menor.

Louis simplemente asintió y centró toda su atención en la explicación del alfa, o al menos eso intentaba, pues extrañamente el aroma del mayor se había vuelto aún más del agrado de Louis. Hacía que sus mejillas se calentaran y se deleitara.

El menor no había tomado en cuenta que su celo estaba por llegar muy pronto. Lo había olvidado por completo y todo gracias a Harry, pues últimamente no podía dejar de pensar en el alfa.

Después de una hora y media, Louis suspiró con alivio y se recargó sobre la silla.

Por fin habían terminado, y aunque el omega se distraía por el aroma del mayor de vez en cuando, pudo entender absolutamente todo de lo que Harry le había explicado.

La última hora y media también había sido muy complicada para Harry, pues con cada minuto que pasaba el aroma del menor se dificultaba y provocaba que el alfa se distrajera y por momentos lo hacía olvidar todo lo que sabía de cálculo.

—Bueno, por fin terminamos Lou —dijo Harry viendo al menor y notando que sus mejillas estaban más rojas que de costumbre.

—Sí, en serio gracias Harry. No se que hubiera hecho sin tí —dijo el menor regalándole una sonrisa a Harry. Este se la devolvió y comenzó a guardar sus cosas.

—No es nada Lou, somos amigos y los amigos se ayudan —Harry le sonrió antes de cerrar su mochila— ¿Podría ir a tu cocina por un vaso de agua?

—Por supuesto Harry —dijo el menor—¿Me traerías uno a mi también?

—Sip, no hay problema —el mayor se levantó de su silla para ir a la planta baja.

—Gracias —dijo el omega soltando otra sonrisa.

Harry se la devolvió y abandonó la habitación.

Cuando llegó a la planta baja suspiró con alivio. La dulce esencia de Louis estaba inundando todo su sistema, era muy fuerte y en verdad deliciosa.

Llenó dos vasos con agua y hielo y comenzó a subir las escaleras.

Conforme subía, el dulce aroma volvía a invadir sus fosas nasales.

Soltó un gruñido cuando la sintió aún más intensa, pudo sentir presión en sus pantalones y los nervios lo invadieron.

Tal vez...

Muy probablemente

Louis había entrado...

Harry abrió la puerta lentamente y lo que sus ojos presenciaron hizo que la presión de su pantalón se intensificará hasta el punto de doler y que su respiración se hiciera más rápida.

El omega estaba tirado en la cama con sus ojos cerrados moviendo sus caderas en busca de fricción con su colchón mientras gemía y jadeaba.

Su rostro estaba comenzando a sudar y sus mejillas estaban más rojas que nada.

El olor a lubricante llegó a la nariz del alfa y tragó saliva.

Louis por fin abrió los ojos y volteó a ver a Harry con un brillo especial en sus ojos.

—Ha-Hazz... —dijo el omega haciendo más rápido el movimiento de su cadera— Ven aquí... por favor...

En celo...

Louis había entrado en celo.

Y al parecer Harry se encontraba en la misma situación.

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