𓊔┊𝒖́𝒏𝒊𝒄𝒐 •💮 𓄼

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Minhyuk siempre fue de aquellos que les gustaba tener todo bajo control. Sus clases, sus horarios, su rutina diaria y su vida en general. Con eso incluía también las relaciones. Porque Minhyuk no era un hombre de relaciones efímeras o que pudieran clasificarse como informales. A él le gustaba la seguridad y las cosas a largo plazo que le brindaran seguridad.

En la universidad todos lo llamaban Profesor Perfecto. No sólo por lo estricto que era, sino también porque parecía que todos estaban un escalón debajo. Nadie se asemejaba a Lee Minhyuk, nadie era digno de siquiera respirar el mismo aire que él. El maniático del control, inalcanzable e imposible.

Es por eso que ahora se sentía fuera de control, completamente desorientado al encontrarse fuera de su zona de confort. Nunca contempló que las cosas se salieran de sus manos y que una insinuación lo llevara a donde se encontraba ahora. Acorralado entre la espada y la pared. Chae Hyungwon y su cordura.

Abrió la puerta de su casa con el ceño fruncido en una evidente mueca de molestia ante el estridente sonido interrumpiendo su momento de descanso a mitad de la noche. Suspiró levantándose, acomodando la sudadera gris que le quedaba un poco grande sobre su torso descubierto y caminando descalzo sin preocupaciones hacia la puerta.

── Minhyuk. ── Murmuró el muchacho pelirosa cuando la pieza de madera separándolos dejó de ser un obstáculo. El muchacho, con su chamarra de cuero mal puesta y el cabello desordenado, sonrió cínicamente ante la visión de su profesor. La mirada de Minhyuk se desvió a la botella de ron que sostenía el menor como si su vida dependiera de ello.

── Estás borracho. ── Dijo dándose vuelta, sus manos se colaron por el bolsillo que tenía su sudadera en la parte de enfrente, caminando de regreso al sofá donde había estado antes de que Hyungwon llegara a romper la tranquila aura.

Su libro descansaba en la mesa de centro, abierto boca abajo en la página donde se había quedado. Lo retomó siendo consciente del cuerpo inestable de Hyungwon adentrándose en su hogar y sellando la puerta ruidosamente.

── Solo un poco. ── Contestó riendo tontamente, arrastrando las palabras con su lengua adormecida. ── Estuve pensando en ti toda la noche, profesor.

Minhyuk ignoró el estremecimiento de su cuerpo, tratando de concentrarse en el párrafo frente a él y fallando rotundamente. Suspiró rendido, colocando el separador en la página y dejó el libro en la mesa de nuevo para girarse a su ebrio alumno.

── No deberías estar aquí, Hyungwon. Es poco profesional y muy arriesgado de tu parte. ── Habló tan diplomáticamente como pudo, luchando contra sus propias ganas de acercarse a Hyungwon, a su cuerpo y restregarse contra él. Sus dedos hormigueaban en necesidad, pero necesitaba mantenerse firme a sus principios.

── Pura mierda. ── Respondió Hyungwon con enojo que solo hizo a Minhyuk rodar los ojos. ── Me botaste, nadie me bota tan sencillamente. No te vas a librar de mi tan fácil. ── El menor se acercaba peligrosamente a él. La botella aún tintineaba con algo de líquido adentro siendo removido bruscamente por el chico.

── No, Hyungwon, no te dejé porque nunca estuvimos juntos. Terminé nuestras reuniones esporádicas por lo anti ético que estaba siendo, podrían haberte expulsado y a mi metido a la cárcel por una estupidez así.

Chae sonreía lascivamente que a Minhyuk le resultaba sencillo creer que mantener aquella sonrisa era doloroso para el pelirosa. Tragó duro cuando Hyungwon no dijo nada y, como si no hubiera alcohol en su sistema, dejó la botella sobre la mesa de su comedor y caminó un par de pasos más para acomodarse en el respaldo del sofá, recargando sus codos sobre este, brindándole un pequeño soporte.

── Estás lleno de mierda. ── El alumno se relamió sus labios y sonrió con genuina diversión. Minhyuk apretó los puños alrededor de una de las pequeñas almohadas que adornaban su sillón. ── Te asustaste y por eso terminaste todo esto. ── Se inclinó ligeramente hacia delante, su respiración intoxicada acariciando suavemente la piel del mayor. ── Me deseas tanto como yo a ti ¿no es así, profesor? ── Minhyuk negó una vez más, rehusándose a admitir que lo que decía Hyungwon era cierto. ── Te gusta sentirte lleno, mi pene golpeando tu interior con fuerza mientras tú te deshaces en gemidos tan altos... ── Minhyuk se mordió el labio con dolorosa fuerza. Aguantó una respiración pesada. ── El profesor perfección, tan pulcro e incorruptible, gimiendo como loco debajo mío, ¿quién lo diría?

off limits » hyunghyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora