Capitulo 4: Miedos a flote

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La sensación de estar bajo un manto helado le impedía moverse. Cuatro paredes oscuras de roca que lo rodeaban eran su prisión. La única luz calida que lograba sentir venía de un pequeño hueco de los metros de altura del techo de acero.


Ni aunque pudiera levantarse lograría tocar esa ligera luz.

Sus piernas ya estaban casadas cada vez que regresaba a ese cuarto oscuro y frío, sus brazos mal heridos no querían reaccionar.


Leo alzó la mirada al hueco y vio como la ligera luz empezaba a oscurecerse.

No dijo nada pero su expresión era como si no quisiera que la luz se fuera, como si luego tardaría semanas en volver a sentír ese pequeño calido rayo de luz.


La puerta al lado suyo se abrio, de esta vio entrar a Gran Mama en su forma humana, una reacción de terror extremo se apodero de su depresivo rostro en pocos segundos.


Se alejo de la puerta escondiendose en la esquina de la habitación.


Gran Mama: Mi pequeño, si te alejas así no podrás ver a tus cientos de admiradores-Dijo entre pequeñas carcajadas casi como si fuera con ternura


Leo no dijo nada pero reacciono como si supiera qué pasaría si se alejaba de ella. salio de la esquina y con las pocas fuerzas que tenía se logró poner de pie.


Gran Mama: Así me gusta-Se dio la vuenta mientras dos enormes Yokais entraban a esa prisión


Le quitaron las cadenas a Leo, y sin llevarlo obligado, solamente dandole un pequeño empujon a su espalda, Leo empezo a seguir a Gran Mama.


Gran Mama: ¿Te das cuenta de las cosas que has logrado tener? ¿No ves la gloria que consigues aquí? La fama, no eres un desconocido, eres admirable, eres importante, eres apreciado

Leo: Sí... -Dijo casi en susurro


"Todos me conocen, todos saben mi nombre, sí, soy admirado, soy importante para esa gente, pero ¿Era lo que quería de verdad? Quería ser reconocido, quería que muchos me vieran, ser el centro de todo ¿Y de esta manera? No.... no es lo que quería... pero..."


Llevo su mano al collar.


Gran Mama: ¿Intentas quitartelo de nuevo?-Dijo viendolo de reojo. Leo se asusto al momento y rapidamente quito su mano y continuo caminando-Bien, así me gusta


"Da igual lo que haga, esto me lastima aun si Gran Mama no usa ese control... siento que me arranca el cuello, no quiero esto..."


Las enormes puertas se abrieron dando paso a entrar a la arena de las batallas del Nexu.

Leo salío mientras era medio cegado por las luces de la arena.


Todo el mundo quien estaba ahí gritaba con entusiamos y locura el nombre de Leo en unisono.

Entre sus manos tenía dos espadas, no eran las suyas propias, fueron dadas para luchar ante sus contrincantes.

Como debe ser (ROTTMNT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora