16. Otordianes de los animales

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El poder de los gemelos era increíble. Su don les permitía comunicarse con los animales, y estos les brindaban toda la información que necesitaban. Esa noche, Ozuru y Washi me insistieron en que los acompañara al bosque. Sabían que tenía problemas para manifestar mi luz y creían que verlos en acción me permitiría aprender algún truco. En un punto del camino, los hermanos se detuvieron.

—Este es un buen sitio —dijo Ozuru sonriéndome con sus ojos verde oliva—. La clave está en la concentración.

—Sí —añadió Washi—, pero también tienes que visualizarlo en tu mente.

Ambos cerraron los ojos y yo observé con atención. Enseguida, unas luciérnagas aparecieron sobre nosotros iluminando todo el espacio de una manera mágica.

—Hola, amigas voladoras —les dijo Ozuru—. ¿Alguna novedad?

Las luciérnagas revolotearon a nuestro alrededor e hicieron parpadear sus luces de forma sincronizada. Era un mensaje que solo los Otordianes de los animales tenían la capacidad para descifrar. 

Akimitsu. El Guardián del Otoño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora