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Sunoo se observa en el retrovisor de su auto por quinta vez, repite los ejercicios de respiración, sacude su ropa de arriba hacia abajo, saca un pequeño bombón de menta, lo mete a su boca y lo mastica poco a poco, luego se encamina a la puerta de la casa de su amigo. Cierra sus ojos y presiona el timbre. Segundos después recibe un mensaje de Sunghoon:
"Sube tonto, no hay nadie en casa."
Sunoo abre la puerta de espacio, se encamina hacia la habitación y encuentra a Sunghoon meditando.
—¡Llegó por quien llorabas nene! —grita Sunoo y abraza a su amigo.
Le intenta besar pero Sunghoon se aleja un poco.
—Bien, ¿cuando quieres empezar? —le pregunta.
—Espera y me retoco el bálsamo. —responde y se deja de abrazar a Sunoo.
Él espera por varios segundos.
—¿A quién le miento? ¡Estoy cagado del miedo! —grita.
—Tranquilo, para eso vine aquí. ¿Qué tal, si me intentas besar tu primero? —sugiere.
Sunghoon suspira y cierra sus ojos.
—¿Puede ser en un lugar más apropiado? Como por ejemplo, la frente.
—Tantos tipos de besos y te decides por el más básico. —Sunoo rueda sus ojos. —Beso de frente, entonces...
Sunghoon se acerca poco a poco a Sunoo, éste observa como los labios de su amigo se acercan cada vez más a él. Sunoo levanta un poco su cabeza, para así lograr besar aquellos anhelados labios de su mejor amigo.
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