Capitulo 4:Maten A La Reina De Hielo (Parte 1)

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[Pov EMIYA]

- Así que eres tú el último Master de Chaldea - Dije. Sin embargo no había interés genuino en mis palabras.

Aunque la mirada de esa mujer de cabello verde me daba era bastante potente, casi era similar a la de Rin.

- En realidad falta mi hermano - Dijo Gudako o al menos ese era su alias más reconocible.

- Curioso, pensé que solo quedaba uno - Dije. No era mentira, después de todo, dudaba que alguien logrará sobrevivir a ese incendio.

- Jejeje, si, todos piensan eso - Valla, parece que alguien sufre de baja autoestima, lo digo por su rostro sombrío.

No le gusta ser opacada eh.

- No importa, mientras más Masters capaces haya mejor - Dije - Entonces... ¿nos presentarás?

Puede que para mí haya iniciado con el pie derecho pero para ellos inicie con el pie izquierdo, y si realmente quiero arreglar este desastre tendré que mejorar eso.

- Oh, cierto. Ella es Atalanta, mi servant personal - Dijo Gudako con una sonrisa orgullosa.

Atalanta eh...

Maldición, tengo que tragarme la tentación de decir "¿Manzanas individuales o por kilo?", No quiero iniciar una discusión por una simple broma.

- Gracias por salvarnos allá atrás, Archer - Me agradeció Gudako. Solo le hice un gesto para restarle importancia.

- No te preocupes, no eres la primera a la que salvó en esta singularidad - Dije. No era mentira, Hans se metía en problemas bastante seguido a pesar de no salir.

- ¿Hay más personas aquí?

- No, no los hay, a lo mucho solo somos nosotros dos en esta torre - La voz de Hans vino desde arriba de nosotros.

Pude sentir como la mirada penetrante de la cazadora casta se desvío hacia Hans que solo continuo leyendo con vela en mano.

- ¿Terminaste tus manuscritos? - Dije en un tono burlón.

- No te burles Archer, no comprenderás lo difícil que es tener que entregar trabajos con fechas límites.

- Y espero nunca tener que hacerlo - Me volví a Gudako - El ha sido mi compañero en este encarcelamiento.

- Que suerte que tengo a un buen compañero de celda eh.

- ¿Un... Niño? - La pregunta vino de ambas mujeres.

Si... Claro... Un niño con una lengua demasiado filosa cómo la mía cuándo se lo propone.

- Aún así, se tardaron mucho en llegar - Dijo Hans - ¿Sabes cuántos libros tuve que leer para no aburrirme?

- Yo... ¿Lo siento?

- Da igual, si son de Chaldea asumo que el señor Jekyll ya les dijo que quiero su ayuda.

- ¿Eres tú quien nos llamó? - Pregunto Gudako.

- En realidad fui yo - Dije - El no puede salir debido a cierto problema que tenemos que resolver antes de que pueda volver a la acción.

- Y soy demasiado importante como para que me dejen morir así como así - Completo Hans.

- ¡No los dejaré! - La voz de la cazadora hizo que todos nos voltearamos a ella.

Maten Su Hermoso Deseó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora