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A la mañana siguiente me desperté con mucho dolor, no todo era físico si no era más el daño mental. Mire mis brazos y tenía marcas de lo fuerte que me había sujetado Jaeden ayer. Tome mi celular y tenía una notificación de Martha en mi celular, una leve sonrisa apareció en mi rostro cuando leí su mensaje. Me deseaba los buenos días y se preocupaba por cómo estaba, tuve que mentirle diciéndole que estaba bien, no podía preocuparla ahora. Ahora que necesita tener su mente en las cosas de la universidad. Respondí su mensaje y fui a la cocina para hacerme un café. Al terminar de hacerlo me lo serví en una taza y desayuné sola, cansada, y herida. Mirando la ventana de esta cabaña. Ahí recordé todos los lindos desayunos que había pasado con Jaeden durante estos años, llenos de risas, anécdotas y abrazos y besos con un dulce sabor
Una lágrima recorrió mi mejilla al recordar esas mañanas, esas hermosas mañanas .
Termine de desayunar y fui al cuarto donde al abrir la puerta estaba Jaeden mirando su celular acostado en la cama, al verme no dijo nada. Yo solo pase por ropa para cambiarme. Ni siquiera me cambié delante de él fui al baño a hacerlo. Me quitaba y ponía prendas siempre me gusto la ropa de invierno, es más cómoda y más bonita. Me mire en el gran espejo del baño una vez que estuve lista y por más que intente mantenerme feliz, estar calmada con una sonrisa en mi rostro. Esa sonrisa se desvaneció al recordar por lo que estaba pasando. Comencé a llorar sin siquiera darme cuenta. Ya no quería más. Después de llorar todo lo que pude limpie mis lágrimas y salí del baño. Fui hacia el tocador del cuarto para maquillarme un poco. Miraba de reojo a Jaeden mientras me maquillaba y algunas veces me estaba mirando y otras simplemente estaba atento en su celular.

— no piensas hablarme ?.— pregunto mirandome lo mire y simplemente seguí maquillándome. No . — ¿ porque estás molesta ?.— pregunto y una risa Sinica salió de mis labios. Enserio se atrevía a preguntar eso ?.

— no recuerdas lo qué pasó ayer ?.— pregunté mirándolo, él después de pensar un poco, asintió con la cabeza .

— si, fui al bar más cercano de aquí y al llegar tuve un hermoso momento contigo .— respondió mirandome. No sabia que contestar me sintiera mejor si no hubiera dicho esas palabras .— sé que lo disfrutaste igual que yo hermosa .— dijo con una sonrisa dibujando sus labios .

— YO NO QUERÍA HACERLO JAEDEN.— grité molesta y después no pude más otra vez las lágrimas recorrían mi cara. Jaeden me miro preocupado y se levantó de la cama para acercarse más a mi.

— pero gritaste mi nombre, lo recuerdo bien .— dijo el confuso. Absorbí mis mocos y me dispuse a hablar .

— t-te G-ritaba que pararás .— dije entrecortadamente mientras secaba mis lágrimas de mi cara.

— no es verdad, tú solo quieres meterme esa idea en la cabeza porque estás molesta conmigo .— dijo él negando con la cabeza .

— abusaste de mi Jaeden, y nose como quieras viví con eso .— dije nuevamente mientras sacaba mis lágrimas .

— de ninguna manera, porque no te obligue a nada, estabas puesta para mi .— dijo dudando de sus palabras, no quería mortificarlo tanto, tampoco es mi idea porque las cosas ya pasaron .

— Jaeden déjalo así .— dije mientras volvía a maquillarme .

—- prepárate rápido que saldremos en 10 minutos .— soltó seco y después salió de la habitación . Es increíble

Jaeden Martell: Violento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora