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Alexander P.O.V:

Pensar que nos estamos cambiando de ciudad por el trabajo de mi padre es comprensible, pero ya decir que es por temas personales, y no míos, es otro nivel.

Pienso mientras escucho como mi madre habla con el Sr. Dickenson, acerca de nuestro ingreso y de porque mis hermanos van a ingresar a clases la semana que viene, ese par siempre se meten en problemas pero no es porque ellos los buscan, es porque son como un imán para los problemas, en serio ya van a cumplir 16 años y ni si quiera mis padres sabían que eran alérgicos a las fresas, hasta cierto punto no creí que era tan grave hasta que me vi en emergencias tratando de no colapsar.

todavía me pregunto porque vine yo, en realidad solo son dos días esta semana que tengo que asistir, jueves y viernes, pero ya estoy aquí y no me puedo quejar, no soy un hijo perfecto, lo tengo que admitir, me he metido en muchas peleas en mi instituto anterior, he estado en carreras ilegales, he probado cosas que si mi madre se entera es capaz de meterme para sacerdote y les puedo asegurar que no somos creyentes.

-Daniel, esta emocionado de entrar en este instituto- escucho lo que mi madre dice y me acaricia la espalda, yo solo tengo una expresión de extremo aburrimiento que no puedo ocultar, el Sr. Dickenson me mira por encima de las gafas e intenta ser políticamente correcto mientras niega con la cabeza.

-si, lo puedo ver- menciona el Sr. Dickenson mientras presiona el interfono- ayúdeme con el horario de ultimo grado para el chico de transferencia- dice antes de cruzar sus dedos encima del escritorio- como usted sabe, Sra. Miller nuestra institución tiene reglas y valores que seguir, así que prefiero que este al tanto para que ninguno de sus hijos tenga inconvenientes en un futuro- continua el Sr. Dickenson antes de que la puerta se abra y entre una joven de unos 19 años, con lentes y una preferencia por no combinar sus zapatos con su outfit, y no es que sea critico de moda ni eso pero cualquiera se daría cuenta cuando usa unos tacones verde neón con un traja café que no le sienta para nada mal la verdad- debes llamar antes de entrar- menciona el Sr. Dickenson mientras le entrega unos documentes esta chica.

-lo siento- murmura ella y se va resonando los tacones.

-entonces, en lo que iba es...- no puede continuar porque la misma chica vuelve a interrumpir- Daniel, aquí esta tu horario de clases- me lo entrega y suspira acomodándose los lentes.

-bueno pues yo ya me voy a clases que no quiero llegar tarde en mi primer día- menciono antes de levantarme y mi madre solo me ve con una ceja levantada, salgo lo mas rápido posible antes que el director Dickenson comience con sus 'valores y normas escolares' hasta el cansancio, miro mi horario y lo primero que encuentro es que tengo clases de historia universal.

-mierda, hubiera preferido quedarme en la dirección- menciono mientras intento buscar el aula C1-201.

Sigo y sigo subiendo en un edificio pero lo único que encuentro son laboratorios de ciencias, cuando veo que una chica mas baja que yo y con una bata blanca sale de una de las aulas le hablo como si fuéramos conocidos.

-amiga, puedes indicarme donde queda el aula C1-201- le digo y ella solo me regresa una mirada extraña.

-si, voy para allá- menciona mientras sigue caminando y saca su celular- ¿por que Stacy no te guio para que puedas encontrar tu aula sin llegar tarde a clases?- pregunta mientras me adelanta unos pasos, para ser mas bajita que yo camina muy rápido- ¿eres un nuevo estudiante, no?- pregunta mientras se suelta el cabello.

-bueno, no se quien es Stacy y si soy nuevo- menciono con una sonrisa.

-que bueno, Stacy es la chica que siempre esta en secretaria- menciona antes de salir del edificio para entrar a otro.

HimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora