Alan, usa gafas desde los 10 años, a esa edad sufrió un golpe y a partir de eso le diagnosticaron una pérdida gradual de la visión periférica, hoy a sus 25, está por terminar sus estudios como fotógrafo profesional y a pesar de su problema visual, nunca ha tenido inconvenientes al momento de usar su cámara.
Para su proyecto final de en la universidad eligió un tema que trata sobre infraestructuras de valor histórico pero abandonadas y para esto él, y 2 compañeros, seleccionaron un hospital abandonado que a pesar de estar en ruinas, aún conserva algunos de los encantos de sus primeros días.
Era 03 de Marzo, cuando Alan y sus compañeros, llegaron al lugar, decidieron separarse para terminar pronto y aprovechar la luz del día, a Alan le asignaron el sector sur, una zona deteriorada pero bien iluminada, lo que le facilitaría el trabajo.
Todo iba bien y tenía excelentes tomas del lugar, pero de pronto con su mirada periférica comenzó a ver manchas oscuras que se movían a su lado, sobresaltado, giró en 360º para ver qué había en su entorno, pero no logró ver nada, de hecho, para él, la explicación más lógica era su problema ocular, así que se calmó y continuó trabajando.
La zona estaba muy deteriorada y había escombros por doquier, Alan tenía que terminar pronto, así que dio unos últimos disparos con su cámara en distintas direcciones, cuando tropezó y sin querer cayó hacia atrás, mientras en un intento desesperado por no caer, alzó su mano sosteniendo de algo que detuvo el golpe, pero en ese instante un frío recorrió su espalda, algo no está bien (pensó) y por algún motivo no quiso volver su rostro y mirar qué había ahí, sin embargo, y nuevamente a través de su mirada periférica, pudo dilucidar una masa oscura, esta vez con forma humana que de pie, junto a él, lo observaba, muda y estática.
Alan supo en ese momento que no estaba solo y debido al miedo su cuerpo dejó de reaccionar, quedando paralizado, no se atrevía a soltar lo que había sostenido, no podía, pero de pronto y sin ninguna tipo de explicación lógica, comenzaron a emanar grandes llamas rojas, lo que sacó al muchacho de su estado de petrificación, huyendo rápidamente hacia la salida del recinto encontrándose con sus compañeros a los que les contó todo y que sin embargo, incrédulos, no daban crédito a las palabras del muchacho, hasta que Alan, tomó su cámara y comenzó a revisar las fotografías que había tomado... Los 3 quedaron atónitos al ver las fotografías del chico, en las que se veía claramente aquella masa negra, pero lo que los perturbó más, fue que en varias tomas se lograba ver un cartel que decía "Crematorio".
Nota: No es raro encontrar crematorios abandonados en los hospitales antiguos debido a que muchas de las muertes eran provocadas por enfermedades como la peste negra y otras muy contagiosas donde la quema de cadáveres era una práctica habitual ante la acumulación de los cuerpos.
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Mirada periférica.
Paranormal¿Haz visto sombras a través de tu mirada periférica?, el personaje principal de esta historia también.