Game over

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La tenue luz del alba la acompañaba, en la ventana pequeños copos se estrellaban. Era un 1ero de diciembre, la casa estaba vacía y solo el tintineo del gato se escuchaba.


Su madre había pasado toda la noche esperando, viendo como poco a poco la pequeña pelusita <<a la que tenían costumbre de llamar nieve>> caía en todo el lugar, como cada ultimo del mes su madre hacia lo mismo y siempre al día siguiente era acompañada con gran alegría.


Pero... hoy era diferente.


El silencio era sepulcral, y casi se podía escuchar sus latidos <<si eran posibles>>.


Salió de la habitación encaminándose hacia la primera planta, todo estaba casi a oscura <solar era tan débil que no lo cubría todo>> además la luz estaba cortada desde hace días. Cosa que hacia que su pijama de ositos se enredara con casi todo y también logrando que su larga cabellera negra cubriera su rostro imposibilitando que ella viera menos de lo que ya veía.


Ella podía escuchar como sus latidos se aceleraban con el paso del tiempo.


"Esto no esta bien..." pensó.


Un gran estruendo <<vidrio cayendo específicamente>> la hizo contener la respiración, algo se acercaba. Una gran sombra se encaminaba lentamente en su dirección.


Con cada espacio recortado, ella retrocedía.


El ambiente se hizo cada vez mas helado, podía sentir que sus manos se convertían en frío cristal.


Su instinto le exigía correr, pero en una mala jugada, ella se encontró en una esquina sin salida.


Cerró los ojos rendida, esperando su muerte.


El tic TAC del reloj acompañaba a sus latidos acelerados, hasta que en un lugar lejano se escucho el cucu del reloj indicando la hora.


Abrió los ojos para encontrase con algo interesante, frente de ella estaba

Kitty

su gata.


Ciertamente mas aliviada, tomo al animal en sus brazos y soltó un suspiro helado.


Pero todo alivio se fue cuando el reloj dejo de sonar, el aire se puso pesado y mas helado. No pudo evitar estremecerse.


Kitty se enrollo aun mas en sus brazos miedosos, y a la misma vez gruñéndole a algo a espaldas de ella.


Se dio vuelta lentamente, esperando encontrar algo horrible, pero al contrario encontró a una joven.


Tendría unos quince años, alta, pálida<<lo suficiente para compararla con un fantasma>>, su rostro estaba cubierto por una larga cabellera negra. Traía puesto un pijama de ositos rosada y temblaba de frío.


Ella acercaba lentamente a la chica, cuando de repente Kitty salto de sus brazos, haciendo que un florero se quebrara.


La chica se sobresalto y miro a la oscuridad donde la gata se había marchado, esta se acercaba lentamente mientras la chica retrocedía.


Llego hasta una esquina, desde el lugar donde ella estaba se notaba que temblaba de miedo, ella quería gritarle que solo se trataba de su gata, pero nada salía de su boca.


La chica solo contuvo la respiración derrotada, pero de repente el reloj volvió a sonar, la chica miro en dirección donde provenía el sonido, para después mirar al frente.


Kitty se encontraba mirando fijamente a la chica y esta se agacho a recogerla.


Una especie de deja vu le nublo la mente, le era conocida la escena.


Quería acercarse nuevamente a la chica<< ya que sentía cierta curiosidad>>, hasta que ella se quito el cabello de la cara.


La chica tenia los ojos azules eléctrico, estos resaltaban increiblemente sobre la pálida tez de esta, Ella aterrorizada retrocedió hasta que tropezó con algo<< o mejor dicho alguien>>, era un hombre de bata negra y con una gran hacha.


El hombre tenia los ojos completamente negros, haciendo que Ella mirara su reflejo, en ellos se reflejaba una joven de quince años pálida, de ojos azules y cabellos negros <<vestida a igual que la anterior chica de un pijama de ositos rosa>>.


—Games Over—susurro el hombre.


***

La tenue luz del alba me acompañaba, en la ventana pequeños copos se estrellaban...

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