Durante las altas horas de la madrugada que provocan una cabellera desordenada por la fricción entre las blancas sabanas y tus mechones pelirojos. Y tus manos empuñadas de tal manera que cualquiera que tenga la mala suerte de perturbar tú sueño resiviria un golpe que seguramente provocaria un más alla de un enatoma.
Nada de eso se compara a tus labios ligeramente humedos, sellados por la abstinencia que el alcohol provoca en ti.
Ni en mis más lasivos pensamientos regreso a la unica noche en la cual ambos dejamos de lado el profundo sentimiento de amor, que lograba sellar por completo el vacio en nuestro pecho que muchas veces nos hizo suspirar con pesadez.
— La port mafia ataco esta mañana
— Y? Ahí bajas o algo?
No es correcto reaccionar de esta manera, pero hoy no tengo el humor de siempre- El lider de la mafia vino personalmente para hablar contigo- Eso es sorprendentemente lo más divertido que escuchare hoy— Dijo que fueras a esta dirección
Un trozo de papel cortado de alguna hoja, solo revela una dirección conocida por esos recuerdos de antaño.
...
— Veo que aceptaste mi invitación
— Fui obigado a venir
— Desde cuando el demonio prodigio recibe ordenes?
Hombre! Cuantos años sin escuchar ese apodo— Desde que tome las riendas de mi destino
Mori esta sentado en una de las tantas mesas bien organizadas de uno de los lugares de trabajo de la mafia.
Recuerdo bien este mesa justo al lado de un balcon con una vista impecable de la ciudad, sigue exactamente igual que en el pasado.
— Y bien? Cuál es el asunto de suma importancia venimos a este abismo del pasado?
— Nakahara
El simple eco de tú nombre sigue provocando en mi un escalofrio en lo más profundo de mi ser.
— Qué pasa con el?— Mentiroso, lo sabes mejor que nadie
— Tengo entendido que la semana pasada lo salvaste nuevamente de la corrupción
— Como politico Mexicano
— Nunca pensé que fuera capaz de utilizar su poder solo, muy a pesar de conocer las consecuencias del mismo
Fue una sorpresa incluso para mi- Tal vez confiaba los suficiente en mi
Puedes escuchar el orgullo salir en mi voz con algo tan ironico como pensar que el tiempo se detuvo para que yo llegara. No sabia nada acerca de este problema en el cual perdio el control.
Fue una simple coincidencia lamentablemente salvo a la humanidad.
— Quién puede confiar en alguien como tú?— Dice en medio de una risa nasal— No me malinterpretes, eres una pieza de vital importancia, pero-
— Pero?
— No dejas de ser una pieza en el tablero de alguien más, sabes? Es ridiculo cuando tú también juegas la partida
El tiene razón. Puedo ser la pieza estrella de la noche pero eso no elimina mi valor insignificante en el juego.
— Eso era todo?
— Por supuesto que no, quiero que te quedes unas cuantas noches cuidando de Chuuya
— El me va a terminar cuidando a mi
— Escucha Dazai— Oh vaya, conozco ese tono— El poder de Chuuya a estado dejando seculas para nada favodecedoras en el
Yo no era un dios, un sabio o un padre, solo era un humano con un deseo de acabar hasta con el más minimo caminar del dolor en mi.
Puedes notar en mis palabras una motivación nula en cualquier campo de trabajo o aspiración, yo era lo que tú llamarias una existencia incomprendida.
Mi existencia era lo equivalente a una migaja de pan, insignificante ante la enorme cantidad de pan.
— Tienes este en una talla menos?
— Ire a buscar
— Si hay en negro seria perfecto
Desde que ambos tomamos caminos separados me fue inevitable no gastar mi dinero en bienes materiales para decorar el espacio en mi mente que pertenecia a ti. Aún puedo recordar que el mismo saco negro que alguna vez fue de mi pertenencia, quedo abandonado en el lugar que vio como el fuego de un amor consumia nuestro corazón y calentaba nuestros cuerpos, pero como cualquier fuego, consume algo a cambio de su calor, en nuestro triste caso fue la unica cosa que matuvo nuestra unión viva.
Pienso en eso cuando mis pecados prohiben que mis manos dejen de arder para que el sueño finalmente sea coinciliado, después de largos minutos de consumismo propio.
Eh incluso en ese momento mis ojos se cierran con la falsa esperanza de que despertare contigo a mi lado, otra vez.
Estamos ardiendo.
