One Shots - Rebelde Way

La vez del sofá

POV PABLO

-¡Y por fin llegamos! - dije dándole paso a Marizza para que entre a mi casa y chequeé alrededor - Y me parece que no hay nadie...- me acerqué a ella y empecé a besarle el cuello pero ella me rechazó.

- Todo lo vez sexo Pablo- me respondió desanimada.

-Pff no todo lo veo sexo - me agarré las caderas y me fulminó con la mirada - Bueno quizás un poco, pero estas buenísima y todo lo que me imagino en ese sofá...

- Y yo veo toda la comida que compramos - alzó las bolsas del supermercado - Que necesita ser preparada así que aguántate - se fue hacia la cocina y yo me tiré en el sofá, realmente tenía muchas fantasías con hacerlo aquí desde que vivía solo pero la presencia de Manuel lo había imposibilitado.

-Maldito mexicano de mierda - susurré y prendí la televisión y pues claro, puse un partido de fútbol.

De pronto Marizza apareció con una espátula en la mano y con una cara fulminante.

-¿Qué paso? ¿Querés ver otra cosa? - le pregunté sin entender el cambio en su rostro.

- Estas re equivocado si te pensás que seré la que atienda al nenito de mamá - agarró el control remoto y apagó la televisión.

-Che no me rompás las... - Marizza me  miro fijamente con los brazos cruzados y ahí sentí el verdadero terrror.

-¿Qué dijiste Pablo? - me pregunto con suma tranquilidad pero yo sabía que significaba.

-Nada reina, todo lo que vos quieras siempre - dije sarcásticamente y me levante hacia la cocina antes que Marizza cambie de humor.

-¿Crees que no reconozco cuando me hablas con ese tonito? - dijo a mis espaldas y yo rodé los ojos - ¿Y que no sé cuando estas rodando los ojos?

AHHH

-A ver - me di la vuelta y trate de poner la mejor cara que pude - ¿Podemos estar en paz y cocinar mi amor?

- Pero...

-Pero las hamburguesas no esperan - la tomé de la mano y la jalé hacia la cocina - Ven

Ella me siguió sin muchas ganas y supe que algo estaba pasando pero no presionaría, conocía re bien a Marizza y ella hablaría cuando este lista. En silencio, me puse a freír las hamburguesas pre- paradas de carne y Marizza las vegetarianas, cuando vi que estaba de mejor ánimo y las hamburguesas estaban listas, decidí jugar un poco.

-Amor...- la llamé para que volteara.

-Decím...- antes que pudiera reaccionar le tiré el queso cheddar en la cara y se quedó al menos 5 segundos con el queso ahí antes que se cayera, no podía dejar de reír pero sabía que se venía la venganza de Marizza - Tenés 5 segundos para correr o sos hombre muerto.

- Es una pequeña joda amor

-Uno...

-Marizza, enserio sabés que...

-Dos, Tres - aceleró el conteo y decidí salir corriendo - Cuatro y ...- salió corriendo tras de mí. Era re divertido pasar estos momentos con Marizza en especial cuando sabía que le estaba pasando algo. Decidí saltar el sofá y caí echado de pecho, Marizza cayó encima mío, y me agarró del pelo.

-Auch, Marizza, ya era una joda - dije entrerisas pero a la vez dolía.

-Disculpáte y decíme que soy la mejor de todas - me jalaba el pelo más para atrás - Y que sos un nabo gil

Ni en pedo

-Perdón y soy un...- aproveche la distracción para que ella quedara boca abajo debajo de mi, lla agarré de las muñecas.