Paciente #182

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Hace varios días llego un nuevo sujeto de prueba, un espécimen masculino, de ochenta kilos, un metro ochenta y cinco centímetros de altura, y veinticinco años de edad.

Un sujeto saludablemente y físicamente estable, pero su estado psicológico no daba resultados tan prometedores, tras haber sufrido un accidente y haber perdido a su esposa, una terrible depresión llego a el.

Este sujeto de pruebas no tenía por que vivir, toda su familia había muerto al igual que su esposa, lo cual lo hacía perfecto para nuestras pruebas.

Comenzamos el tratamiento como usualmente empezamos, administramos dos miligramos cloroformo por vía intravenosa para me tenerlo sedado, lo sentamos y atamos a la silla para evitar cualquier movimiento involuntario mientras hacíamos el procedimiento, proseguimos a cortar todo su cabello y tatuar en su nuca "Paciente 182, lobectomía cerebral".

Una vez la tinta seco proseguimos a preparar todos los utensilios para la operación, una vez estábamos listos empezamos, nuestros objetivos eran observar los resultados de recuperación de una persona de la cual sólo tendría la capacidad de sentir ira y hambre, sabíamos que debíamos contener al paciente, estaban preparando su cuarto mientras nosotros operábamos.

Mientras removíamos las partes de su cerebro notamos unas pequeñas manchas negras dentro de su cerebro, tomamos una muestra y continuamos la operación, una vez que removimos la todo lo se debía quitar, cerramos es cráneo y lo vendamos para detener cualquier sangrado resultante de la operación.

Su cuerpo fue movido hacia la habitación previamente preparada y amarramos sus brazos y piernas a la cama, aparentemente la operación fue un éxito, sólo hacia falta ver los resultados.

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