Mi sueño ético

¿Alguna vez es suficiente?

Ornella. O-R-N-E-L-L-A. Nombre que mis padres decidieron para mi antes de que yo siquiera naciera. Nombre por el cual me llaman cada día de mi vida, ¿pero eso acaso me define? ¿Qué es lo que me define sino?

El nombre que eligieron para mi tiene un significado, ¿será lo que esperan mis padres de mi? ¿Alguien realmente espera algo de mi? Bueno, al menos imagino que yo si. Espero muchas cosas de mi, y de la vida en sí. Tengo muchísimos sueños, y si al momento no hay nada que me defina, espero que sea eso. No sólo los sueños como tal, sino también el haberlos logrado. De todos modos, pienso también que los sueños suelen llegar a un punto en que se convierten en metas, probablemente cuando nos convencemos de que son posibles y que realmente queremos llegar a cumplirlos.

Fuera de los sueños y metas, también existen otros pequeños placeres, ¿verdad? Y aún así dudo mucho que se pueda sentir felicidad únicamente por ellos, por más bien que se sientan en el momento. Si bien coincido con Aristóteles cuando dice que no se puede ser feliz por los placeres, porque se llega a un punto en el que se es dependiente de estos, sigo pensando cómo llegar a ser feliz. Supongo que estando plenamente conforme conmigo misma: aceptándome, queriéndome y, sobre todo, cuidándome. Quiero amarme mi vida entera, y ser capaz de verme al espejo con una sonrisa y decir "me alegro mucho de tenerte". Llegando a la virtud —el punto justo —siendo (o actuando) generosa, amigable, humilde, compasiva. Nunca olvidando mis valores —propios y familiares — y guiándome por mis instintos. En mi opinión, todo depende de mí. Los amigos, la familia, las parejas y demás pueden influir, ya sea como una ayuda o no, pero al fin y al cabo solo yo voy a estar conmigo mi vida entera.

De acá a 10 años quiero vivir de lo que tanto disfruto, arte en cualquiera de sus formas, siempre con alguna tarea nueva y distinta, siempre estimulando mi imaginación y originalidad. No busco ser reconocida, pero llegar a serlo por algo que amo estaría genial. De todos modos, no se en qué punto este sueño pasaría a ser egocentrismo, y por eso mismo, siendo totalmente honesta, me daría miedo. En general siempre le tuve terror a sobresalir, y más que nada a agrandarme sin fundamentos. En primaria por ejemplo, trataba de hacer cosas mal a propósito para no sacarme 10 en las pruebas. Ni hablar cuando personas x elogiaban mis ojos, realmente no sabía donde meterme y me sentía mal conmigo misma por no poder cambiarlos por otros mas "normales". Ahora que se podría decir que crecí bastante, lo veo de otra forma, pero aún así asusta. El miedo es terrible, nos incomoda. Pero no coincido con el pensamiento de la Escuela Epicúrea cuando postulan que la felicidad supone la ausencia de cualquier miedo; y tampoco con el estoicismo cuyo ideal a alcanzar es la apatía, ya que esta consiste en la liberación de las cosas que puedan afectarnos, entre ellas el miedo. Para mi si es que es posible ser feliz, es con miedos incluidos. Son parte de nuestro ser, y lo que importa no sería evitar miedos, sino enfrentarlos. Ser capaces de salir de nuestra zona de comfort y manejarnos en ámbitos distintos. Y yo sé que cuesta mucho, lo sé enserio, pero espero que mi yo futuro no se rinda tan fácil, que a pesar de temerle a algo lo haga igual si lo necesita o tan solo lo quiere. (Don't give up on you, de Brent Morgan, es una canción que jamás querría olvidar)

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Don't give up on you (no te rindas con vos mismo). Una canción para escuchar cuando uno ya empieza a perder esperanzas. A futuro quiero recordarla, entenderla y por supuesto seguirla. Como mencioné anteriormente, todo depende de mí: dejar de tenerle miedo a la soledad, olvidar el terror a estar correcta a la vez que vergüenza de estar equivocada, no vivir de las opiniones de los demás... Basta por favor.

No, pero enserio, basta. Quiero salir de estas cuatro paredes entre las que me encuentro, daría lo que sea por eso. Y no me refiero a mi casa -aunque también deseo que llegue el momento de irme -sino a mi cabeza. Mi mente es prácticamente una prisión. (Mind is a prision, de Alec Benjamin)

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Alec dice ''Soy un prisionero, un visitante dentro de mi cerebro; y no importa lo que haga, siempre intentan mantenerme encadenado'' y mucha gente, yo incluída, puede sentirse tocada. A veces los pensamientos matan, esos si pueden mantenernos alejados de la felicidad a mi parecer. Pensamos, pensamos y pensamos, no dejamos de maquinar, pero si dejamos de disfrutar lo que hacemos, lo que nos rodea. Pero también al final de la canción suena ''No voy a dejar de tener esperanza, aseguraré otra cuerda e intentaré otro día'', asegurando que la solución no es rendirse. Nos motiva a soñar, pero también a hacer.

¿No pedís mucho Ornella? , me preguntarán, pero yo considero que para soñar no hay límites, o ¿alguna vez llega a ser suficiente? Yo sé que probablemente no logre cumplir todo lo que me propongo, pero a la vez sé que nada viene de arriba y que si quiero algo tengo que intentar y esforzarme. ¿No es así?