Para volverte a encontrar

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Ha pasado una semana, y los héroes no han podido encontrarse ni una sola vez

Félix no tiene sus memorias y Bridgette no sabe quien es en esta vida

Los kwamis no pueden intervenir, según los términos del deseo que pidieron se encontrarán si o si en cada una de sus vidas, entonces no había apuros

El trabajo de Bridgette era en una cafetería como mesera cuando no estaba estudiando, durante los últimos días estuvo intentando averiguar quien podría ser su gatito en esta vida...

La última vez siendo Marinette y Adrien crearon una pequeña clave discreta que podría ayudarlos para no tenerla tan difícil, aunque resultó si serlo ya que él no tenía sus recuerdos...

"Los gatos negros pueden tener buena suerte si se cruzan con una catarina" y el otro debería responder "Una suerte milagrosa"

No era una frase que dirías en una conversación de la nada, pero en el momento fue buena idea para ellos y no se les ocurrió otra cosa...

Era un poco incómodo decirlo a cada hombre que se le cruzaba pero estaba ansiosa por encontrarlo...

- Señorita, ¿podría servirme un poco más de café? - dijo un joven que se veía casi de su edad, tal vez unos años mayor

- ¡Claro! - respondió Bridgette y fue hacía él con la cafetera en sus manos y lo sirvió

- Debe ser mi día de suerte, jamás había visto a una mesera tan linda como usted - era claro que intentaba coquetear, tenía ojos cafés y cabello negro, pero como no sabía de su apariencia en esta vida lo dijo

- Los gatos negros pueden tener buena suerte si se cruzan con una catarina - Lo miró con esperanzas, pero la respuesta le confirmó que no era él

- No me gustan los insectos, pero estoy de acuerdo - sonrió incomoda y se alejó

Por sorpresivo que pudiera ser, nadie acertaba en la respuesta, ni siquiera se acercaban a ella...

Por un momento se sintió derrotada, pues podría ser que de nuevo, el portador del gato negro no estuviera en París... No sería la primera vez que pasaba... Podría estar en otra parte del mundo y ella jamás lo sabría, eso podría explicar por qué nunca lo vio por las noches...

Una clienta llegó para recoger unas órdenes de postres, Bridgette las metía en una bolsa cuando la campana de la puerta sonó, no le dio importancia entonces no volteo la cabeza para mirarlo, estaba cansada, solo debía darle esos postres a la señora y se iría

- Bienvenido, ¿qué puedo ofrecerle? - le dijo una de sus compañeras mientras ella entregaba la orden y salía del mostrador

- Hola, solo quería dos rebanadas de pastel de queso - se detuvo al escuchar su voz, no sabía por qué pero tenía algo que la hizo tener curiosidad, y volteo

- Aquí tiene, señor - dijo la otra chica

- Se lo agradezco - respondió, pagó y se dio media vuelta para irse

- Nos vemos mañana - dijo Bridgette y comenzó a seguirlo quitándose el delantal y tomando su bolso

El chico caminaba con tranquilidad por la acera, hasta que llegó al final de esta y necesitaba cruzar la calle, pero muchos autos estaban pasando, entonces sacó su celular

Bridgette se acercaba por atrás se detuvo al ver cómo un gato negro se cruzaba frente al chico y él guardo su celular y se agachó para acariciarlo, era su oportunidad, ¡una oportunidad que probablemente no se le volvería a cruzar!

- Hola - dijo parándose a su lado

- ¿Hola? - respondió solo mirándola de reojo

- Disculpa mi atrevimiento al hablarte, pero me resultaste conocido, lo siento -

- Esta bien... - siguió acariciando al gato

- ¿Te gustan los gatos? Dicen que si un gato negro se cruza en tu camino es de mala suerte -

- ¿Crees eso? - respondió pero antes de que ella pudiera decir la frase... - Es verdad que existen esas supersticiones, pero creo firmemente en que los gatos negros pueden tener buena suerte si se cruzan con una catarina -

Se quedó paralizada, y le tomó unos segundos responder, justo cuando él se levantó y el gato se fue

- Una suerte milagrosa... -

- Creo que tienes razón. - respondió y cruzó la calle al notar que ya no pasaban autos

Bridgette por otro lado seguía sorprendida e inmóvil, se percató de que no le había preguntado nada y que ya se había ido cuando más autos comenzaron a evitar que ella cruzará

Pocos segundos bastaron para que lo perdiera de vista por completo

Tikki se asomó desde su bolso

- ¿Bridgette? -

- Era... Era él... - sus ojos parecían brillar mientras seguía mirando en la dirección por la que se fue

- ¿Pero él no debía tener una reacción diferente? Parecía indiferente, ¿y si solo fue una coincidencia? -

- No puede ser una coincidencia, dijo la primera frase, pudo decir un trebol de 4 hojas o negar la mala suerte, ¡pero no lo hizo! Mencionó a las catarinas... - se sonrojo y sonrió - Debe ser él -

Y en efecto... Fue Félix con quien se cruzó

Ahora la impaciencia la comía por dentro, en verdad quería saber más de su nueva reencarnación, su nombre, hobbys y todo lo que tuviera que ver con él