🌿⃝ 𝄢 𝑺𝑨𝑴𝑬 𓂃 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛 ︕ 💭೨

➸ 𝐶𝐴𝑃. 𝟮

𝅘𝅥𝅮🌿⃝︰Sueños y composiciones

El viento soplaba en aquel sitio en el cual la chica estaba descansando de una práctica de música. Ella amaba lo bien que se sentía aquel sitio en soledad donde podía disfrutar de las vistas y al mismo tiempo entrenar aún más su perfecto canto.

Justo ahora deseaba componer una canción, o al menos eso intentaba. Las ideas en la cabeza de Barbara no eran muy buenas que digamos.

Absorta en su pequeño mundo no notó la presencia de aquel joven chico quien se acercaba lentamente a ella.

— ¡Buu~! — Exclamó Venti al llegar a donde estaba la rubia, esta reaccionó volteando su rostro y colocando una cara de decepción al ver de quién se trataba.

¿Por qué ese chico la perseguía a todos lados?

— Otra vez tú.

Venti sonrió.— Si, soy yo otra vez.

Lentamente se sentó justo al lado de la joven chica.

— ¿A que viniste?— Cuestionó.

— Solo a escuchar las hermosas canciones que cantas. Y si tal vez quieres.— Mostró su arpa.— Puedo unirme a tu práctica.

Barbara era conciente de la habilidad de Venti para tocar el arpa. Pero eso no la haría progresar en su composición.

— ¿Existe alguna forma más facil de componer una canción?

El joven pelinegro con mechas azules dirigió su mirada a la chica para ver unas hojas en sus manos completamente en blanco.

— Si te es difícil componer, intenta encontrarte contigo misma. El alma, mente, cuerpo y corazón de un músico siempre debe de estar junta.

— ¿Como se supone que haga eso?

— Bueno, cada persona es distinta así que debes adivinarlo tu misma. — Contestó el chico sonriendo nervioso.

— ... ¿Y tú?

— ¿Eh?

Igual de nerviosa Barbara miró en la dirección contraria evitando ver al chico.— ¿Y tú como lo haces?

Confundido ladeó la cabeza.— ¿Yo? ¿Hacer? ¿El qué?

Un poco molesta por todas las preguntas del bardo se giró con determinación y sostuvo al chico por las mejillas.

— ¿Cómo es que te encuentras a ti mismo cuando compones?

Las mejillas del chico se volvieron levemente rojas al ver la cercanía que había entre su rostro y el de la chica. Rápidamente evitó que Barbara se diera cuenta de esto.

— Mmm, normalmente pienso en qué o quién quiero que escuche mis canciones. Por supuesto prefiero pensar en esto solo y por mi cuenta. Saber esto siempre me ayuda a elegir el tema de mi composición.

— ¿Pensar en alguien?— El chico asintió.— Entonces, ¿En mi hermana puede ser?

— Quién sabe. Eso solo depende de ti.

El rostro de la chica demostraba lo concentraba que estaba en cuanto al tema. Realmente deseaba componer esa canción y eso a Venti le parecía hermoso y a la vez encantador.

Antes de darse cuenta el chico solo se había quedado observando a la joven con un rostro de satisfación.

Minutos después Barbara volteó su rostro viendo al chico completamente dormido.
Una sonrisa se formó en su rostro por lo tierno que se veía y si casi de inmediato se golpeó a ella misma por ese pensamiento.

No, ella no debía ver a otro hombre que no fuera su amado Barbatos.

Rápidamente se levantó de el lugar donde estaba y decidió irse. Venti podría cuidarse solo incluso si ella no estaba.

Horas más tardes su hermana fue a verla, le contaba sobre todo el trabajo que había tenido y sobre la persona que tanto amaba, si, ese pelirojo que se pasaba el día rodeado de borrachos. Un ejemplo de uno, Venti.

— Hermana, ¿Por qué te gusta tanto Diluc?

Sorprendida y sonrojada esta dirigió su mirada a la chica.— ¿P-Por qué quieres saber?

— Solo... curiosidad

La sonrisa en el rostro de Jean no tardó en llegar.— ¿Por qué tanta curiosidad? Acaso ¿Tienes alguien que te gusta?

Orgullosa asintió, su hermana esperó impaciente por saber quien sería el nombrado.— Por supuesto, mi amado Barbatos.

Y toda impaciencia fue borrada del rostro de Jean. Ella era conciente del amor de Barbara por el arconte Barabatos, el cual no era más que el mismisímo Venti, pero eso era algo que Jean no podría contarle a su hermana. Claramente este amor era apoyado por Jean aunque en el fondo deseaba que su pequeña hermana encontrara a alguien a quien ame no por admiración sino por verdadero amor.

— Escucha Barbara, amar a alquien significa sonreir por él y llorar por él en distintos momentos. El amor es como poseer un amado y un mejor amigo al mismo tiempo. Si existe algo más hermoso, yo aún no lo he encontrado pero disfrutar de su compañía ya vuelve único el hecho de amarlo.

— Entonces, ¿Como te enamoraste de Diluc?

Aún más nerviosa Jean se sonrojó aún más.— Bueno digamos que sucedieron... cosas. Cada persona ama de diferentes formas. Tú debes encontrar la tuya.

Angustiada por nuevamente recibir la respuesta de "encontrar la solución tu sola" decidió irse a dormir.

...

La noche era silenciosa y el viento que soplaba era fresco, la luz que reflejaba la Luna chocaba con la palida piel de Venti. Las mechas de su cabello ya no eran azules, sino verdes y su atuendo era completamente diferente al que casualmente usaba.

¿Y por qué? Pues simplemente deseaba mostrarse con su verdadera identidad frente a la chica que tanto lo amaba.

Esta no lo vería ya que estaba dormida, pero el solo estar con ella en su verdadera forma lo hacía sentir realmente feliz.

La vista del Arconte fue en dirección a las hojas en blanco sobre la mesa de la habitación y se acercó a sostenerlas.

«Realmente no puede componer...»

Nuevamente su vista fue a la joven que dormía profundamente. Esta mantenía un semblante relajado que la volvía aún más hermosa. Sin darse cuenta el chico se encontraba justo al lado de su cama observando a la joven con una sonrisa.

— Así que me amas ¿No? — Susurró a lo bajo.— ¿Como reaccionarias si supieras mi identidad? ¿Te enojarías? ¿Me amarías igual?... o ¿Me odiarías aún más?

No había respuesta pues claramente ella no le iba a contestar, ya que se encontraba dormida.
Desilucionado por sus mismas preguntas el chico se dió la vuelta para salir de aquella habitación pero antes fue detenido por la calida mano de Barbara.

Asustado volteó a verla para ver que esta aún seguía dormida. Sintió el aire volver a su pecho tras esto, no podía dejar que lo viera de esta forma.

Sus ojos azulados volvieron a ver a la chica y por último dejó un beso en su mano.

Segundos más tardes la habitación se encontraba vacía solo con la presencia de la chica en ella. Su cabello blanco ondeaba con el viento y sus mejillas estaban completamente rojas.
Sus manos estaban en su rostro cubriendolo y la alegría en su interior era increíblemente grande.

Ella había soñado con él...