Se suponía que debía ser el día más feliz en la vida de Wangji…bueno, el cuarto. Después del día de su boda, el nacimiento de sus trillizos, y el de Lan Su… el día del nacimiento de Lan Qing debía ser el cuarto día más feliz de sus veinticinco años de vida.
Se había casado con su primer amor a una temprana edad, sin siquiera terminar la universidad se habían convertido en padres de trillizos. Lan Yang, Lan Yuan y Lan Yin conllevaban más gastos de los que se imaginaron. Lo que obligó a su “madre” a dejar la universidad para tratar de ahorrar un poco más y sobrevivir los cinco. Con un trabajo, la universidad y cuatro bocas que alimentar, Wangji se las arregló para poder sobrevivir y darle lo mejor a su familia. No fue nada fácil, pero Wangji logró terminar la universidad y conseguir un mejor trabajo en una oficina. Fue entonces cuando su cuarto hijo, Lan Su, llegó al mundo. Un niño delicado y pequeñito que se adelantó al tiempo indicado por los doctores. Sus pulmones no estaban bien desarrollados cuando nació, pero el amor de sus padres y sus tres hermanos mayores lo ayudaron a sobrevivir y crecer de manera sana.
Luego, dos años mas tarde, la familia Lan esperaba un quinto hijo, Lan Qing. Wangji no podía estar mas que feliz con la noticia, nervioso pero muy feliz. El cielo le había bendecido con una familia numerosa, hermosa y llena de varones. Su única preocupación era mantener a toda la familia por su cuenta mientras su esposo cuidaba a sus cinco hijos, pero sabía que el cielo lo ayudaría a mantener la familia y que serían muy felices.
Lan Qing quiso llegar al mundo una noche a principio de verano, ya cuando toda la familia dormía en paz, la “madre” de los niños despertó a todos entre gritos de dolor, el niño estaba por nacer. Wangji llamó a su madre para que se quedara con los cuatro niños y junto con su esposo salió rumbo al hospital lo más rápido que pudo. Allí en el hospital, quería entrar para estar con su esposo en la sala de parto como lo había estado para el de sus trillizos.
Pero…-¡No entres! No quiero que vengas- dijo su esposo entre gritos de dolor.
-¿Qué? Pero habíamos dich- dijo Wangji extrañado por el repentino cambio de opinión de su esposo.
-¡No quiero! Por favor no deje que venga- le rogó a una enfermera interrumpiendo a Wangji.
- Señor, lo siento. Deebe quedarse en la sala de espera – dijo la enfermera evitando que Wangji la siguiera.
Eso lo había confundido mucho, habían hablado cientos de veces sobre ese día y habían acordado que Wangji estaría ahí en el momento del nacimiento de Qing, entonces malos pensamientos lo animaron durante esas horas donde se encontró solo en la sala de espera.“¿Y si él bebé nace enfermo? No sería extraño, nada extraño después del nacimiento prematuro de Su, ¿no? ¿Y si las cosas se complican? ¿Y si él muere?”
Esos pensamientos lo abrumaron durante largas horas, hasta que finalmente una enfermera se acercó a él con un pequeño bultito entre sus brazos. Wangji se levantó rápidamente al verla y la inundó en preguntas.- ¿Cómo estuvo el parto? ¿Y el bebé? ¿Cómo está mi esposo? ¿Él estará bien?
- Señor Lan, tranquilo… este niño es Lan Qing, su hijo- con esas simples palabras la enferma calmó el angustiado corazón de Wangji, quien miró rápidamente los brazos de la enfermera, viendo a un bebé hermoso y saludable.
-Lan Qing… mi bebé – dijo conmovido al ver finalmente el rostro de su hijo menor.
- Nació a las 5.54 am – le avisó la enfermera. – Está completamente saludable y ya su “mamá” le dio de comer… cargue a su hijo – la enfermera se lo puso en brazos.
- ¿Y mi esposo? – recordó en cuanto lo tuvo en sus brazos.
- Él está descansando. no fue nada fácil traer a este gordito al mundo… - dijo la enfermera tratando de tranquilizarlo. Él solo asintió y se dispuso a mirar el rostro de su bebé.
- Mi Qing… al fin veo tu carita – dijo acariciando las mejillas redondas de su hijo. – Te pareces mucho a tu “mamá”- sonrió y se acercó a él para olerlo y dejar un beso en su frente como hacía de costumbre con sus otros cuatro hijos. – Tus hermanos estarán tan felices de verte… serás muy amado y feliz con todos nosotros – siguió diciéndole hermosas palabras a su bebé sin saber que su vida cambiaría en un par de horas.
- Su esposo ya está despierto señor Lan – avisó la enfermera. Rápidamente se levantó y fue detrás de ella hasta una habitación. – Él está en la segunda camilla – avisó, pues acomodaban a sus pacientes de dos en dos en cada cuarto. Entró en silencio para no despertar a la madre y su bebita que se encontraban allí junto su esposo. Solo una cortina separaba a las dos personas de la habitación impidiendo verse, así que debía ser muy silencioso.
- Hola hermoso – dijo en voz baja para tarar de no molestar a la madre de la otra camilla. Una sonrisa tonta y amable se formó cuando su esposo lo miró. - ¿Cómo estás? ¿Descansaste bien? - él no respondió, solo cambió la mirada. – Ya vi a Qing, es un niño hermoso y saludable como tú… La enfermera dijo que pasaste mucho trabajo para traerlo al mundo – dijo buscando la forma de que él le hablara. – Tuve mucho miedo cuando me pediste que no entrara contigo…Incluso mucho mas que cuando Su nació – mencionó. – Pero veo que los dos están bien.
-¡Hola! Ustedes deber ser los papás de Lan Qing… muchas felicidades, este niño es toda una bendición – una enfermera entró con una carriola transparente con el bebé dentro. – lo tomó para dárselo a su “madre” pero este ni siquiera lo miró. – Señor Lan, su bebé está esperando por usted ¿No quiere tomarlo? – preguntó la enfermera.
-Toma al bebé y vete – dijo.
-¿Qué? – preguntó Wangji.
-No quiero verlo… Llévatelo – dijo nuevamente.
-Xuanyu, ¿Qué te sucede? – estaba preocupado, jamás lo había visto así.- ¡Que te vayas! ¡¿No entiendes?! ¡No quiero verte! ¡No quiero verlo a él! ¡No quiero ver a nadie! ¡Llévatelo de aquí y no vuelvas! – gritó fuertemente logrando alarmar a Qing y al bebé de su compañera de cuarto.
-Señor Lan, salga de aquí – le dijo la enfermera tomándolo del brazo mientras su esposo seguía gritando desesperado y los bebés lloraban por todo el ruido.- ¿Qué le pasa? Él no es así – dos enfermeras entraron a la habitación mientras otra se llevaba a Wangji lejos del cuarto junto con su hijo.
-El proceso del parto fue fuerte, a veces esto ocasiona depresión post-parto, seguramente ha escuchado de eso… su esposo solo está algo nervioso, pero se le pasará, se lo aseguro – trató de calmarlo, pero Wangji sentía que había algo mas detrás de todo su comportamiento.
Los días pasaron, Qing y Xuanyu ya estaban en casa. El hombre no hablaba, casi no comía, no quería ver a nadie. Wangji se tomó unos días de vacaciones para asegurarse de cuidar bien del bebé, de su esposo y que sus hijos no notaran el extraño comportamiento de su “madre”. Y con todo el corazón él esperaba que todo volviera a la normalidad, pero no fue así…
- ¿Xuanyu? ¿Estás despierto? Voy a entrar – estaban durmiendo en cuartos separados por primera vez desde que se habían casado hace seis años atrás. -Xuanyu ven a comer… despierta cariño – se acercó a la silueta en la cama y lo tocó con delicadeza para darse cuenta de que eran solo un par de almohadas. - ¿Qué rayos? – su corazón casi explota al notarlo. – ¿Xuanyu? - lo buscó en el baño de la habitación. – Cariño, deja de jugar, no es gracioso- lo buscó en la habitación de los trillizos, pero no estaba. – Xuanyu, ¿Dónde estás? – comenzó a desesperarse al no encontrarlo por toda la casa. – No puede ser… Él no pudo… corrió de vuelta a la habitación donde solía dormir con ella, abrió el armario, encontrando que casi toda la ropa de su esposo ya no estaba. – No…- sus ojos se cristalizaron. – No, no hagas esto… - tomó su celular y comenzó a llamar con manos temblorosas pero la llamada lo llevó al buzón de voz. – Por favor… - volvió a intentarlo, pero obtuvo el mismo resultado. Llamó a la madre de Xuanyu, a su mejor amiga, a las posibles personas que pudieron verla esa noche, pero nadie sabía decirle donde estaba su esposo.
Él lo había abandonado....
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How To Be A Dad Again? // Adaptación
FanfictionDespués del nacimiento de su quinto hijo, Lan Wangji queda completamente a cargo de sus cinco hijos debido a que su esposo se fue sin dar ninguna explicación. Con un trabajo que toma casi todo su tiempo, trillizos de seis años, un niño de dos y un...