How To Be A Dad Again? // Adaptación

Capítulo 2

-Lo siento, te confundí con alguien más...- dijo avergonzado y sobre todo decepcionado. – No volverá a pasar- se inclinó levemente y dio la vuelta con la herida de su corazón aún más grande.

- ¡Espera! - el chico lo siguió y lo tomó de la mano delicadamente. - ¿No eres Lan Wangji? ¿Lan Zhan? - preguntó.

- ¿Te conozco? – preguntó viendo mejor las facciones del chico, no era tan parecido a Xuanyu como creía, pero si encontraba similitudes entre ambos, él era pálido, de mejillas levemente rosadas, sus labios tenían una leve curva hacia abajo que le hacían ver como si estuviera enojado, pero la inocencia de sus grandes ojos intensos decía lo contrario. Su cabello era largo y negro, era como ver a la princesa Blanca Nieves en persona.

- Sí, pero no creo que me recuerdes- sonrió sonrojado por la vergüenza de no ser reconocido ante el hombre delante de él. – Estudié con tu hermano Xichen en la preparatoria; somos buenos amigos desde entonces, hace mucho no nos vemos, por eso no me recuerdas, pero soy Wei Wuxian- se presentó como si no conociera a Wangji, extendiendo su mano para que este la estrechara.

- ¿Wei Wuxian? - Wangji se sorprendió totalmente al tener a un Wei Ying totalmente distinto delante de él.

- Si, creo que he cambiado un poco desde la ultima vez que nos vimos- retiró su mano lentamente al notar que Wangji lo había ignorando completamente, pero es que la sorpresa para Wangji fue grande, él recordaba a Wei Ying como un niño obeso, con lentes y dientes chuecos, el hombre delante de él era un príncipe. – Pero no te quedas atrás – dijo tratando de esquivar el tema sobre su apariencia. – Te sienta bien la etapa de ser padre- admitió. Wangji también había cambiado mucho desde la preparatoria. Ahora era mucho más alto, su nariz, pómulos y quijada eran más perfiladas que antes. Wei Ying antes los comparaba con un lindo ratoncito de laboratorio por su nariz grande, ojos pequeños y mejillas redondas, pero ya no quedaba nada del pasado en el físico de estos dos, ya no eran los niños de preparatoria que hacían travesuras en la escuela, ahora eran dos adultos que la vida les había dado varios golpes.

- A veces no lo siento así- susurró pensando en todo lo que había pasado en los últimos ochos meses.

- ¿Qué? - preguntó el chico al no entender lo que Lan Zhan había murmurado.

- No, nada... ¿Qué haces aquí? ¿Trabajas cerca? – se escapó del tema de su paternidad.

- No, de hecho, no tengo trabajo, sigo en busca de uno...- dijo algo apenado.

-Ah...entiendo, tengo que ir a trabajar, mucha suerte en tu búsqueda- le deseó.

- Gracias, fue bueno verte después de tantos años- dijo con una sonrisa sincera e inocente.

- Igualmente- dijo antes de darse la vuelta y alejarse.

- Ya pasaron ocho años Wei Ying...- dijo para si mismo viendo a Lan Zhan alejarse. - Solo es una casualidad- asintió convencido de lo que acababa de decir y también siguió su camino en busca de un nuevo trabajo.

Wangji se acercó a su área de trabajo con una mente muy cargada y todo eso se reflejaba en su cuerpo y cara. Huaisang, su amigo mas cercano (casi como hermano), desde lejos pudo notar que Wangji tenía muchas molestias ese día, no hizo nada más que acercarse cuando su amigo le dio una de esas miradas de: "Mi vida es un desastre".

- ¿Qué sucedió? - le preguntó Huaisang sentándose frente a él.

- Su ahogó el teléfono de mamá- contestó recargando todo su peso sobre el espaldar de su silla, mirando al techo y soltando un gran suspiro.

- ¿Una travesura de Su es lo que te tiene así?

- Con este ya son cuatro teléfonos Huaisang- le enseño cuatro de sus dedos. – En dos meses- esta vez solo mostró dos.