•-✦ Simply orders are orders✦•-•🍓❄

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El joven hollyberrian después de retirarse no salio de aquella habitancion, sus pensamientos se descordinaron después de tal cumplido que recibió de parte del guardia y capitán del Cacao kingdom, lo cual incluso le pareció raro, el joven pelirosado es considerado como alguien que no se distrae en su labor, podría decirse que parecía carecer de sentimientos, aquellos sentimientos que todos demuestran con facilidad pero en su caso era muy raro

Aquel día lo tomó seriamente de aclarar realmente que pasó, porque estaba nervioso, el porque estaba completamente distraído, cayendo la noche incluso siguió pensando en lo mismo que le habrá pasado tan de repente al que todos conocen un simple guardia sin sentimientos...

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Otro dia comienza, los rayos del sol tocaban delicadamente las tan finas cortinas de ese mismo pelirosado haciendo que este supiera que ya era hora de dejar su cama y empezar a listarse para hacer su rutina de vigilancia diaria y claro también de seguir la orden impuesta de su reina, aunque realmente está dudando mucho si lo está haciendo bien

Así que una vez listo salió de su habitación en dirección del comedor real para aunque sea tener algo en el estómago ya que no tenía mucha hambre en el momento, una vez en la gran entrada del comedor real vio a alguien, alguien con el cabello igualmente de un intenso rosado, de inmediato supo quien era así que cortésmente saludo a su majestad

Wildberry: Buenos días su majestad -dijo con su típico tono de voz-

Hollyberry: Mmh?...Oh! Wildberry, muy buenos días mi muchacho, ya que estas aquí deseas desayunar conmigo? -dijo tranquila y alegre como siempre-

Wildberry: Me encantaria su majestad pero -no terminó de hablar cuando alguien más entró al comedor-

P. Vainilla:  Oh! Hollyberry, wildberry, no pensaba encontrarlos por aquí tan temprano -dijo tranquilo con una pequeña sonrisa- van a desayunar? Los acompañare si gustan

La mujer de cabellos rosados vio al joven, dando a entender que no tiene salida, así que el joven pelirosado sin decir nada fue a sentarse en aquella mesa, con ello también ambos monarcas, talvez para los gobernantes era normal pero para el joven guardia era algo incómodo, incómodo en el sentido que no debería estar en ese lugar pero que opciones tenía, simplemente esperar el desayuno junto a las otras dos personas presentes

Y claro la mujer notaba esta incómodidad en su guardia, así que para animarlo o incluirlo en la conversación empezó a hacerle unas preguntas algo simples, o eso era lo que pensaba

Hollyberry: Hey Wildberry y que tal el día de ayer?

P. Vainilla: Oh cierto!, que tal ayer? No hubo ningún inconveniente con los ciudadanos?

Wildberry: Ningún inconveniente sus majestades -dijo tranquilo sin ninguna expresión-